Un grupo de expertos forenses trabaja en el lugar donde presuntamente fueron incinerados los cuerpos.

Una investigación independiente desmorona la versión oficial sobre los 43 estudiantes mexicanos

Las pesquisas ponen en jaque al Gobierno de Enrique Peña Nieto, cuya popularidad se ha ido a pique a raíz del trágico crimen

colpisa / afp

Domingo, 6 de septiembre 2015, 20:53

Una investigación independiente sobre los 43 estudiantes desaparecidos en el sur de México ha desmoronado la versión oficial según la cual los jóvenes fueron incinerados en un basurero, en un crimen que despertó el año pasado la indignación internacional.

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"No existe ninguna evidencia que ... apoye la hipótesis generada en base a testimonios, de que 43 cuerpos fueron cremados en el basurero municipal de Cocula", por lo que se debe continuar la búsqueda de los estudiantes, indica el último informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), formado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y que llegó a México hace seis meses.

En sus cerca de 500 páginas, la pesquisa independiente critica la inacción de las fuerzas federales y pone sobre la mesa un "elemento clave" que no ha sido considerado por la fiscalía: un quinto autobús que pudo transportar droga en el momento del ataque.

Esto pone en jaque al Gobierno de Enrique Peña Nieto, cuya popularidad se ha ido a pique a raíz del trágico crimen. Alegando detentar una "verdad histórica", la fiscalía mexicana concluyó que, la noche del 26 de septiembre del año pasado, decenas de estudiantes de la escuela de maestros rurales de Ayotzinapa (Guerrero, sur) fueron atacados por sicarios y policías corruptos en la cercana Iguala. Los jóvenes estaban tomando a la fuerza cuatro autobuses para sus movilizaciones políticas.

Luego, los policías habrían entregado a los 43 estudiantes -conocidos por su beligerante ideología de izquierda- a narcotraficantes del cártel local Guerreros Unidos, quienes los asesinaron por sospechar que eran miembros de un cártel rival. Siempre según la fiscalía, los cadáveres fueron incinerados en 16 horas en un basurero del cercano poblado de Cocula y arrojados a un río.

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Sin evidencias de la incineración

En el basurero de Cocula "no hay ninguna evidencia que indique la presencia de un fuego de la magnitud de una pira para la cremación de inclusive un solo cuerpo", concluyó José Torero, un reconocido perito peruano que participó de la investigación independiente.

El experto añade que no se observan los daños que resultarían de un fuego tan importante y que no existe evidencia de que el combustible necesario estuviera disponible en las cercanías. Para la incineración de un cuerpo se necesitarían "700 kilogramos de madera y 310 kilogramos de neumáticos y la duración de esa incineración" sería de 12 horas, indica el experto.

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Pero, en el caso de los 43 cuerpos, la carga de combustible de madera tendría que haber sido de más de 30 toneladas, la de neumáticos de más de trece toneladas y la duración de consumo de los cuerpos de 60 horas, añade el reporte. Así, el GIEI pide investigar el posible uso de hornos de cremación públicos y privados en los municipios aledaños.

Los desesperados padres de los 43 estudiantes han encabezado multitudinarias marchas en todo el país, gritando a los cuatro vientos que sus hijos aún están vivos.

El laboratorio de Innsbruck (Austria) ha analizado restos humanos calcinados encontrados en la zona, pero sólo ha podido identificar a uno de los estudiantes. Por otro lado, el informe deplora que la Policía estatal, federal y el Ejército no auxiliaron a los estudiantes pese a presenciar los ataques e incluso recibir llamadas de auxilio.

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