Los guatemaltecos se citan con las urnas, hartos de la corrupción

Las urnas han abierto en un clima general de tranquilidad en los 338 municipios del país, en los que 7,5 millones de guatemaltecos están convocados a elegir presidente de entre 14 aspirantes.

El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Rudy Pineda, ha declarado abierta la votación en los casi 2.700 centros todo el país, en una breve ceremonia en presencia de observadores internacionales.

Las imágenes de televisión mostraron a personas haciendo fila desde temprano para emitir su voto. En algunos centros los encargados de mesa hicieron una oración y entonaron el Himno Nacional antes de comenzar a recibir los sufragios desde las 7.00 horas locales (13.00 GMT).

Pesimismo

El proceso electoral transcurre en un clima enrarecido por las denuncias contra Pérez Molina. El exmandatario está acusado de encabezar una red que cobraba sobornos para evadir impuestos. Las denuncias provocaron la renuncia de Pérez Molina y la Fiscalía pidió su procesamiento por tres delitos de corrupción.

El exmandatario, un general retirado de 64 años, guarda prisión provisional en un cuartel militar de la capital. Un juez decidirá el martes si lo procesa y si dicta prisión preventiva.

"Que haya salido el presidente (Pérez) me hace feliz, mucha gente decía que los movimientos pacíficos como este no lograrían nada, pero lo logramos. Ahora tenemos que seguir la lucha contra el sistema político corrupto, esta lucha apenas comienza", señalaba Leslie Pernillo, una estudiante de 19 años que participó en la mayoría de las marchas semanales. Como muchos jóvenes, Pernillo no sabe si votará. "No confío en los candidatos, los menos malos son los que están abajo en las encuestas, los demás van a perpetuar los viejos vicios, por eso todavía no decido si votar", agregaba la joven.

Jimmy Morales, el mejor colocado en los sondeos

Las presidenciales se las disputan catorce aspirantes, aunque solo tres aparecen en las encuestas con opciones de llegar a una segunda vuelta, que se realizará el 25 de agosto si ninguno alcanza al menos el 50% de los votos.

El mejor ubicado en los últimos sondeos es el comediante y presentador de televisión Jimmy Morales, aunque no pasa del 25% de los votos. Sin trayectoria política, Morales creció en las encuestas al calor del escándalo de corrupción, que llevó al pueblo a buscar aspirantes fuera del mundo de la política.

"Soy el único candidato que hoy por hoy no tiene señalamientos de vinculación con actos de corrupción ni adentro del Estado ni afuera del Estado. También tengo un liderazgo ganado a pulso porque los otros candidatos lo que han tenido son campañas millonarias para dar a conocer un rostro", ha explicado Morales, 46 años.

Sus más serios contrincantes son el abogado derechista Manuel Baldizón, de 45 años, y la exprimera dama Sandra Torres, de 59. Morales dice que un eventual gobierno suyo será de "puertas abiertas" para garantizar la transparencia, mientras que Torres ofrece una "lucha implacable contra la corrupción".

Incidentes

Aunque la campaña electoral y las manifestaciones anticorrupción han sido pacíficas, este sábado una trifulca entre simpatizantes de distintos partidos dejó un saldo de un muerto y 26 detenidos en Santa Bárbara, un pueblo del sureste del país.

Las denuncias de corrupción que estremecen al país desde abril han propiciado una atmósfera de desencanto hacia la política que para algunos analistas podría reflejarse en las urnas. "Es la primera vez que en Guatemala se percibe un alto índice de abstencionismo; ello debido a las malas administraciones gubernamentales. Creo que habrá mucha gente que no emitirá sufragio", ha advertido Reyna de León, representante de ONU Mujeres Guatemala.

La red de corrupción fue expuesta en abril pasado gracias a una investigación de la Fiscalía y una comisión de la ONU contra la impunidad (CICIG), que desencadenó la ola de protestas. "El que vota siempre tendrá más derecho y más fuerza para reclamar si no le cumplen", destacó el presidente Alejandro Maldonado, quien relevó a Pérez Molina, al supervisar los operativos de seguridad electoral, entre ellos la aplicación de la ley seca que comenzó el mediodía del sábado.