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colpisa / afp
Martes, 26 de mayo 2015, 03:13
El Gobierno de México ha rechazado las acusaciones que señalan que la Policía ejecutó a presuntos criminales durante el enfrentamiento que dejó 42 pistoleros muertos y un policía herido, un saldo desigual que generó dudas entre los expertos en seguridad. Los 42 presuntos delincuentes se ... negaron a rendirse, y optaron por enfrentarse a la Policía y a su helicóptero Blackhawk durante más de tres horas en un rancho de Tanhuato, Michoacán.
"En el enfrentamiento del viernes no hubo una sola ejecución", ha dicho a Radio Fórmula Enrique Galindo, el Comisionado General de la Policía Federal de México, tras negar que sus agentes quisieran vengar las muertes de agentes registradas este año a manos del cártel Jalisco Nueva Generación.
Galindo ha argumentado que fue la capacitación de sus policías y el superior equipo que llevaban, incluidos vehículos blindados y el helicóptero, explica el resultado desigual. "Si el helicóptero no hubiera llegado, tal vez el número de muertes habría sido diferente", ha dicho Galindo.
Por su parte, el comisionado nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, ha dicho que el helicóptero Blackhawk sólo efectuó disparos para contener a los delincuentes. Sólo tres pistoleros se rindieron, entre ellos dos que se habían escondido en la casa principal del rancho. Dos de los detenidos confesaron ser integrantes del cártel Jalisco Nueva Generación, que se ha convertido en uno de los principales desafíos para el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto tras haber matado 28 policías y militares desde marzo.
Versión de los familiares
Los familiares de los 42 presuntos delincuentes muertos han explicado que muchos eran campesinos del vecino estado de Jalisco que partieron a Michoacán para encontrar trabajo, aunque algunos no sabían el tipo de trabajo que desempeñaban. Algunos de ellos fueron enterrados en Ocotlán, Jalisco, y según sus familiares, mostraban huellas de haber sido golpeados, y algunos incluso no tenían dientes.
"No era para que lo mataran así. Estaba golpeado y quemado y tenía impactos de bala en las piernas. No tuvo oportunidad de defenderse", gritaba un hombre que acompañaba el féretro de su primo de 26 años. Los expertos consideran que el saldo de muertos recordaba a otro enfrentamiento registrado hace un año en la comunidad de Tlatlaya. En esa ocasión 22 presuntos delincuentes murieron y sólo un militar resultó herido. Tres soldados fueron acusados de ejecutar a ocho de los presuntos delincuentes tras rendirse, mientras que la oficina del Ombudsman sostiene que fueron al menos doce.
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