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EUROPA PRESS
Sábado, 3 de mayo 2014, 01:43
El fiscal general de Honduras, Óscar Fernando Chinchilla, ha llegado a San Pedro Sula, en el norte del país, para seguir de cerca las investigaciones sobre los asesinatos de al menos siete menores de edad, que habrían sido ejecutados por miembros de pandillas tras negarse ... a entrar en las maras.
Chinchilla ha mostrado su preocupación por el hecho de que la mayoría de estas víctimas estaban en edad escolar, lo que genera "un doble componente de preocupación, según ha informado el diario hondureño 'La Prensa'.
El fiscal general ha hecho referencia a la muerte de un niño de siete años, que fue torturado antes de ser asesinado. "Este es un hecho que genera consternación y el rechazo de todos los hondureños", ha afirmado, además de indicar que por el momento no se pueden revelar los avances sobre las investigaciones.
Sin embargo, Chinchilla ha reconocido que una de las principales hipótesis que investigan las autoridades es que los asesinatos de los menores, cometidos en la colonia industrial de Pradera, hayan sido cometidos por pandilleros después de que los niños se negasen a integrarse en las maras.
En menos de un mes al menos siete niños, entre ellos dos hermanos de 7 y 13 de edad, han sido secuestrados y posteriormente asesinados en San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante de Honduras.
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