Aharon Barak, el azote de los políticos
Perfil ·
El juez, conocido por su postura crítica con el ejecutivo israelí, representará a su país en la causa abierta por el Tribunal Internacional de JusticiaSecciones
Servicios
Destacamos
Perfil ·
El juez, conocido por su postura crítica con el ejecutivo israelí, representará a su país en la causa abierta por el Tribunal Internacional de JusticiaAharon Barak bien pudo haber viajado en el 'Exodus'. La peripecia de este octogenario israelí coincide con la de alguno de los niños que, desde la cubierta de aquel barco, contemplaban la costa de Palestina en 1947. Los muchachos y el resto del pasaje concebían ... el territorio como el lugar en el que olvidar su infernal experiencia en los campos de concentración nazis y comenzar una nueva vida. La película está basada en una novela que recreaba una travesía fallida, pero se ha convertido en el símbolo de la migración judía de posguerra. Nuestro protagonista reúne todas esas características. Es uno de los últimos exponentes de la creación del Estado hebreo.
Aquel pionero llegó a ser presidente de la Corte Suprema de Israel y ha vuelto a la actualidad tras ser designado juez ad hoc para representar a su país en el Tribunal Internacional de Justicia. Sudáfrica ha presentado una demanda ante esta institución en la que acusa a Israel de «intentar destruir a los habitantes de la Franja de Gaza». Ambos países firmaron la Convención sobre el Genocidio de 1948 y pueden ser sancionados por incumplir ese pacto. El veterano jurista ha asumido el complejo cometido de defender la ofensiva militar que provoca cientos de muertos diarios entre la población civil.
El encargo es un regalo envenenado por diversas circunstancias. Barak deberá representar a un gobierno que ha combatido en los últimos años. Él se ha opuesto activamente al proyecto de reforma que pretende limitar las funciones del poder judicial, sobre todo la capacidad para fiscalizar las acciones del ejecutivo y proporcionar inmunidad a sus primeros ministros. Antes de la guerra, la política local estaba condicionada, y muy crispada, por esta iniciativa, apoyada por los sectores más conservadores.
Pero volvamos al principio. La historia de Barak corre en paralelo a la de su país y le otorga un protagonismo inusitado. No es su nombre original. Se llamaba Erik Brik y nació en 1936, hijo de un abogado judío de la ciudad lituana de Kaunas. Vivió las penalidades del gueto tras la ocupación nazi y logró huir del encierro, introducido en un cesto con uniformes militares o en saco de patatas, las versiones varían. Permaneció escondido en casas de campesinos que lo acogieron hasta la liberación. Tras el fin de la contienda, su familia se reunió y viajó por toda Europa Central antes de llegar a Roma, desde donde zarparían rumbo a Palestina.
La vida del niño Erik es dramática, la de Aharon, el nombre adoptado tras su llegada, resulta espectacular. Se graduó en Derecho, Economía y Relaciones Internacionales, en la Universidad Hebrea de Jerusalén y alcanzó el doctorado en 1963. Tras estudiar en Harvard, regresó a su país para convertirse en profesor en 1968 y decano de su facultad, seis años más tarde. Su nombramiento como fiscal general del Estado en 1975 le situó en el ojo del huracán, lugar que no ha dejado hasta ahora.
El choque de trenes era inevitable. Los principios del jurista, basados en la separación de poderes y el imperio de la ley, entraban en conflicto con las maneras de la clase política israelí. La supervivencia en un entorno regional hostil y el conflicto con los palestinos, señas de identidad nacional, han impulsado una estrategia que recurre a menudo a medidas extremas. Desde su privilegiada función, Barak se encontró entre la necesidad de garantizar la seguridad y el abuso de poder como práctica común.
Su posición no ha sido fácil. Entre otras cuestiones, buscó el encaje legal del recurso a los asesinatos selectivos en el exterior, práctica habitual, mientras que se manifestaba contrario a la tortura o a la política de invasión de tierras palestinas. Desde un principio, adoptó una postura proactiva en ámbitos como la lucha contra la corrupción. Una de sus primeras investigaciones al respecto supuso la dimisión del primer ministro Isaac Rabin.
Esa postura independiente y crítica no fue óbice para proseguir su ascenso en la Administración judicial. En 1978 se convirtió en juez de la Corte Suprema y ese mismo año formó parte del equipo de Menachem Begin durante las conversaciones y acuerdos de Camp David. El nombramiento como presidente de la entidad a mediados de los noventa implicó la mayor difusión de una doctrina que plantea la supremacía de los valores básicos como la libertad, la igualdad o la libre expresión, recogidos en la Carta Magna, y su respeto por el Knesset, el parlamento israelí.
La polémica era evidente. La conocida como 'Revolución Constitucional' planteaba, por tanto, que el texto jurídico debía ser respetado por los políticos y el aparato judicial había de poseer los medios para fiscalizar esa subordinación tanto en el ámbito de la escena pública como privada. La pretensión de implantar una 'democracia constitucional' fue combatida por sus detractores, que le achacaban una ambición desmedida, algo así como la aspiración a crear un superpoder. Por supuesto, esa perspectiva liberal y defensora de la equidad implicaba una postura de denuncia habitual de la situación de la minoría árabe, objeto de abusos.
El regreso a primera línea puede interpretarse como una sutil venganza más que un reconocimiento. Diecisiete años después de su retirada, el ex juez vuelve para demostrar la legitimidad de la iniciativa militar del Ejecutivo, una operación que ha devastado Gaza y se ha llevado consigo miles de vidas y todo tipo de derechos humanos. Barak se halla ante una derrota de antemano. Más allá del fallo, la actitud del relevante jurista será, previsiblemente, de supeditación a las tesis de sus anteriores enemigos y la defensa de acciones que, aparentemente, no casan con su forma de interpretar la práctica política.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.