El terremoto se ceba con las zonas rurales de montaña en el Atlas

El impacto más duro lo han sufrido las zonas rurales de montaña en la cordillera del Atlas, al sur de Marrakech. Allí los equipos de rescate trabajan para intentar sacar a supervivientes con vida entre los escombros. El Ejército es quien lidera unas labores de rescate para las que Marruecos no ha solicitado la llegada de ayuda internacional. Bomberos, Gendarmería, policías y soldados son quienes asumen los esfuerzos. Según los primeros balances de víctimas por provincias, el mayor número de muertos se registra en la región de Haouz, al sureste de Marrakech.

Es un trabajo complicado porque hay que ir aldea por aldea en lugares remotos y algunas vías de acceso han resultado dañadas. Muchas de las localidades están construidas en las escarpadas montañas rojas alrededor de Marrakech y los caminos que serpentean hacia ellas están bloqueados por piedras. Los servicios de electricidad y teléfono también han resultado afectados en estas zonas.

Las autoridades han decretado tres días de luto nacional. La magnitud exacta del terremoto aún no está clara. El Servicio Geológico de Estados Unidos estimó su magnitud en 6,8, pero el instituto geológico marroquí la cifró en 7,2 y los sismólogos están analizando todos los datos para intentar aclarar la magnitud real del que las autoridades aseguran es «el mayor terremoto del siglo» en el país.