La junta militar de Níger pone a sus tropas en «alerta máxima»

«Las amenazas de agresión al territorio nacional se sienten cada vez más», admitió una fuente de seguridad a Reuters. Los temores se han visto avivados después de que la Comunidad Económica de Estados del África Occidental (Cedeao) activara a principios de agosto la denominada fuerza de reserva de cara a una posible intervención en Níger para recuperar el orden constitucional si fracasa la vía diplomática.

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La Cedeao volvió a insistir la víspera de que continúan «decididos a hacer todo lo posible para dar cabida a los esfuerzos negociadores», si bien una operación armada sigue siendo una de las opciones sobre la mesa. «No hemos declarado la guerra al pueblo de Níger ni existe un plan, como se pretende, para invadir el país», matizó, en cualquier caso, el líder del organismo regional, Omar Alieu Touray, mientras miles de personas volvieron a exhibir este sábado en Niamey su apoyo al nuevo régimen.

El llamamiento de la junta militar a las Fuerzas Armadas de Níger para que permanezcan en «alerta máxima» se produjo después de que ordenaran el viernes al embajador de Francia abandonar el territorio en 48 horas. Debido a «la negativa de responder a una invitación» del Ministerio de Exteriores «para una entrevista» y a «otras acciones del Gobierno galo contrarias al interés de Níger», las autoridades «decidieron retirarle sus credenciales», anunció la cancillería del país africano en un comunicado. París, por el contrario, respondió que «los golpistas no tienen la autoridad para hacer esta petición» ya que corresponde solo a «los líderes legítimamente elegidos».

El régimen castrense que tomó el poder de Níger el pasado 26 de julio informó paralelamente este sábado de la «neutralización» de decenas de integrantes del Estado Islámico en una operación llevada a cabo el martes por el Ejército en la zona del Sahel, concretamente en Tillaberi, en el suroeste del país. Según el comunicado, los yihadistas se preparaban para atacar las localidades de Banibangou y de Abala y gracias a la incursión pudo acabarse con la vida de destacados líderes fundamentalistas. Uno de los motivos alegados por los golpistas para justificar su asonada contra Bazoum fue precisamente su supuesta incapacidad para luchar contra el terrorismo en la región.