Putin califica de «agresión» el ataque americano a la base aérea de Homs

Según Peskov, el máximo dirigente ruso ha calificado los argumentos de Washington para efectuar el bombardeo de "pretexto inventado". Rusia insiste en que el régimen de Bashar al Assad no tiene armas químicas ni las utilizó en el ataque del martes contra la localidad siria de Jan Sheijun, en donde murió casi un centenar de personas, entre ellas niños, y causó numerosos heridos.

El Kremlin advierte también que la acción estadounidense en Siria, de la que fue avisado con antelación por parte de Estados Unidos, "influirá negativamente en las relaciones entre Moscú y Washington", que están ya muy deterioradas y que Putin confiaban en enderezar con la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump.

Por su parte, el jefe del comité de Defensa del Senado ruso, Víktor Ózerov, da por enterrados los planes de cooperación de Moscú y Washington en Siria e incluso la colaboración entre los dos países en materia militar. Ózerov ha confirmado que su país ha pedido una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para debatir el ataque americano de esta noche.

Más pesimista ha sido la reacción del presidente del comité legislativo de la Duma (Cámara Baja), Mijaíl Emiliánov, quien ha declarado a la agencia Interfax que "el ataque contra la base en Homs puede llevar a un enfrentamiento directo entre Rusia y Estados Unidos".

Arsenal tóxico

El embajador ruso ante la ONU, Vladimir Safronkov, ya advirtió el jueves que una acción militar norteamericana en Siria tendría "consecuencias negativas". Putin, que no cree que Assad disponga de armas químicas y menos aún que las haya empleado en Jan Sheijun, llamó a el jueves a una investigación internacional objetiva. El miércoles, ya hablaron por teléfono al respecto el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, y su homólogo ruso, Serguéi Lavrov.

Sin embargo, las agencias de Inteligencia norteamericanas sospechan que el régimen de Assad no entregó todas las armas químicas que poseía, pese al acuerdo alcanzado en 2013 por Washington y Moscú con el Gobierno sirio para que entregara sus arsenales tóxicos a Naciones Unidas para su destrucción.

Tillerson, que visitará Moscú a partir del próximo día 11, ha acusado a Rusia de no haber cumplido su responsabilidad garantizando la eliminación de las armas químicas en Siria. Moscú decidió intervenir con su aviación en apoyo de Assad a partir del 30 de septiembre de 2015. Gracias a esta ayuda, el Ejército sirio ha avanzado de forma significativa poniendo bajo su control ciudades como Alepo o Palmira. Rusia tiene actualmente en funcionamiento en Siria la base naval de Tartús y la aérea de Jmeimim en Latakia.