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colpisa / agencias
Martes, 31 de enero 2017, 10:28
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, ha reconocido este lunes que el pasado viernes mantuvo una conversación telefónica con su homólogo estadounidense, Donald Trump, un día después de haber cancelado su encuentro tras una amenaza del estadounidense acerca de quién pagaría el muro que ... se comprometió a construir en la frontera entre ambos países.
"El viernes pasado hablé una hora por teléfono con el presidente de Estados Unidos para subrayar la importancia que los mexicanos damos a esos fundamentos irrenunciables", ha asegurado, en una alocución publicada desde las redes sociales de la Presidencia de México, en referencia a la "soberanía nacional, respeto a la dignidad y a la independencia".
Si bien Peña Nieto ha reconocido que no han alcanzado "acuerdos en ninguna materia", ha señalado que, sin embargo, "esta conversación ha abierto espacios" para que ambos gobiernos "continúen dialogando".
"El presidente Trump y yo hemos definido que nuestros representantes sigan haciendo su trabajo y continúen los acercamientos", ha indicado, comprometiéndose con los ciudadanos a seguir ofreciendo información según avances dichos acercamientos, así como de las "implicaciones" de cada etapa.
La mayoría de los mexicanos respalda la forma en que su presidente conduce la relación con EE UU a partir de la llegada al poder de Trump, según una reciente encuesta. Según tal sondeo elaborado vía telefónica por la compañía Beltrán Juárez y Asociados (BGC) y el diario Excélsior, un 63% apoya la posición adoptada por Peña Nieto.
Sin embargo, dicho apoyo no se vio reflejado en un aumento significativo de la popularidad del gobernante, que subió levemente del 11 al 16% en dos semanas. El 69% de los ciudadanos dijo estar de acuerdo con que el jefe de Ejecutivo cancelara la reunión que tenía programada con el presidente estadounidense.
De acuerdo con la encuesta, los temas más importantes a tratarse entre ambos países son la situación de los mexicanos en EE UU y las deportaciones (35%), el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) (24%) y la construcción del muro en la frontera común (11%). Sobre la iniciativa de Trump de construir su muralla en la frontera común, el 70% pide a Peña Nieto un rechazo total y el 87% que no pague la factura.
En cambio, el 76% respalda una postura negociadora en la revisión del TLCAN (en vigor desde 1994 entre México, Estados Unidos y Canadá), el 53% en torno a la deportación de indocumentados y 46% en el caso de inmigrantes ilegales con antecedentes criminales. El 59% de los entrevistados considera que la relación bilateral es mala o pésima, frente al 13% de hace dos años.
"Reconozco que vendrán momentos complejos y de arduo trabajo", ha continuado el presidente mexicano. En su discurso, ha anunciado que ha dado "indicaciones para que se canalicen más de mil millones de pesos adicionales hacia la red de consulados" en suelo estadounidense.
"Tenemos grandes retos pero estamos preparados para afrontarlos", ha añadido, antes de recordar que el país es reconocido en el mundo entero por sus "valores", como la familia o la sociedad y, sobre todo, "la unidad nacional" que, en palabras del mandatario, debe ser "la piedra angular de la estrategia y de todas las acciones" de México, tanto a nivel interno como en política exterior.
Cancelación del encuentro
El jueves pasado, Peña Nieto anunció la cancelación de la visita que tenía previsto hacer el próximo 31 de enero a Washington, donde se a iba a encontrar con Trump, apenas un día después de que el estadounidense anunciara la construcción del mencionado muro en la frontera.
Si bien la oposición mexicana le pidió que cancelara la reunión, éste no lo hizo hasta que Trump le dijo, a través de la red social Twitter, que debía hacerlo si no estaba dispuesto "a pagar por el necesario muro", vinculando esta cuestión a la renegociación del acuerdo de libre comercio para América Latina, del que también es parte Canadá.
El mismo jueves, Trump anunció que pretendía obligar a México a pagar por el muro a través de un impuesto específico, a lo que el secretario de Relaciones Exteriores de México, Luis Videgaray, reaccionó respondiendo que el país no puede aceptar esa propuesta por "dignidad" y "orgullo".
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