Personas depositando sus papeletas.

Los suizos rechazan en las urnas la creación de una renta básica de 2.260 euros

Un 78% de los votantes se habría posicionado en contra de la iniciativa, de acuerdo con las primeras proyecciones

COLPISA / AFP

Domingo, 5 de junio 2016, 08:53

Los suizos han rechazado masivamente este domingo la creación de una Renta de Base Incondicional (RBI), un proyecto revolucionario que dio lugar a intensos debates en el país, según las primeras tendencias difundidas por la televisión pública suiza.

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Las mesas electorales cerraron a las 12. ... 00 (10.00 GMT) y los resultados definitivos se conocerán a comienzos de la noche. Alrededor del 78% de los votantes habrían rechazado la propuesta de esta renta, según una proyección nacional del instituto de sondeos gfs.bern difundida por la televisión pública.

En cambio, el 66% de los votantes habría aprobado una reforma del derecho de asilo y un 61% la autorización del diagnóstico genético preimplantacional (DGP), otras dos propuestas sometidas a referéndum. "Los suizos votaron de forma realista", ha declarado en la televisión RTS Andreas Ladner, profesor de la universidad de Lausana.

La votación de la creación de una Renta de Base Incondicional partió de una iniciativa popular impulsada por un grupo sin afiliación política que proponía cobrar sin importar si se trabaja o no. "Es un sueño que existe desde hace tiempo", pero que se convirtió en "indispensable" debido al desempleo provocado por la creciente robotización, señaló uno de los líderes de la iniciativa, Ralph Kundig.

Posturas encontradas

El ministro suizo de Interior, Alain Berset, doctor en Economía, cree que es "algo utópico". Junto a él, el Gobierno, el Parlamento y los partidos políticos, excepto los Verdes y la extrema izquierda, se oponen a la idea de una RBI.

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"Es un sueño viejo, un poco marxista. Son muchos sentimientos buenos irrefutables pero sin ninguna reflexión económica", observa el director del Centro Internacional de Estudios Monetarios y Bancarios de Ginebra, Charles Wyplosz, que comenta que si la relación entre la remuneración y el trabajo se acaba, "la gente hará menos".

Pascale Eberle, de 55 años y enfermera a domicilio, considera que la RBI puede "ofrecer la posibilidad a nuestros nietos de tener otra vida". La iniciativa sugería una mensualidad de 2.500 francos suizos (2.260 euros) para los adultos -con la que es muy difícil vivir- y de 625 francos (565 euros) para los menores.

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En total se trata de un desembolso de 208.000 millones de francos suizos para todo el país, según las autoridades, que tendrían que encontrar una fuente de financiación suplementaria para cerca de 25.000 millones de francos, "lo que supondrá la aplicación de unos recortes drásticos o de un incremento de los impuestos".

Los defensores de la iniciativa sugieren eliminar las ayudas y los seguros médicos o crear un impuesto sobre las transacciones electrónicas. "Actualmente en Suiza hay pagos electrónicos que corresponden a 100 billones de francos suizos cada año. Si usted toma ese 0,2%, esto permite generar 200.000 millones", ha explicado el director del Instituto de Banca y Finanzas de la Universidad de Zúrich, Marc Chesney.

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Para los Verdes, la RBI asegura un "mínimo vital", una ventaja para los empleados, que podrán resistir mejor a la presión del mercado de trabajo y rechazar condiciones laborales deplorables".

El director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT, una agencia de la ONU), Guy Ryder, no ha llegado a posicionarse pero ha reconocido que la transformación a largo plazo del mundo laboral llevará a las sociedades a "encontrar medios de distribución de ingresos nacionales que no estén directamente relacionados al trabajo o al salario".

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