Un nuevo Gobierno para un nuevo Canadá

La composición del Gobierno manifiesta de forma clara las intenciones de Trudeau por reflejar los cambios que han indo conformando un nuevo Canadá. La mitad de los treinta ministros son mujeres con personalidades muy significativas. La ministra de Instituciones Democráticas, Maryan Monsef, es una refugiada que huyó de Afganistán hace veinte años. El nuevo ministro de Defensa, el teniente coronel Harjit Sajjan, es uno de los tres sijs presentes en el Gabinete. Un expolicía nacido en la India que estuvo destinado con el Ejército en Bosnia y Afganistán. También tienen visibilidad los integrantes de las llamadas Primeras Naciones, que consiguieron diez diputados en las elecciones, y que en el Gobierno tendrán a uno de sus representantes: la responsible de Justicia Jody Wilson-Raybould. Otros ministros que se salen de la norma son el empresario y multimillonario, Bill Morneu, un novato en política que se encargará de Finanzas y el astronauta Marc Garneau que es el nuevo ministro de Transportes.

La toma de posesión, como es preceptivo, se celebró en el Rideau Hall de Ottawa, la residencia del gobernador general que representa a la jefa de Estado y reina de Canadá, Isabel II. El escenario fue el mismo de siempre, pero hubo cambios sustanciales. Por primera vez Justin Trudeau invitó a las ciudadanos canadienses a estar presentes y en vez de acudir en una larga comitiva de limusinas, lo hizo andando a través de los jardines de Rideau Hall, en compañía de su mujer, Sophie, y de sus ministros. Cientos de personas aceptaron la invitación y jalearon al nuevo jefe de Gobierno a su llegada.

Formado el Ejecutivo, Trudeau afrontará a partir del 3 de diciembre la batalla parlamentaria para sacar adelante su programa político. Entre las primeras medidas figura un recorte de impuestos para la clase media y una subida para las rentas más altas. Otra medida de calado es la renuncia al equilibrio presupuestario para invertir en infraestructuras e incentivar así la economía canadiense. También ha prometido legalizar la marihuana y traer a Canadá a 25.000 refugiados sirios antes de fin de año.

Muchos analistas políticos han equiparado al ilusión y los afanes de cambio que ha provocado el triunfo de Trudeau con los que en su día suscitó en Estados Unidos la presidencia de Barack Obama. Ojalá que su mandato o mandatos sean más productivos y provechosos que los de su vecino del sur. Cuenta con la ventaja de tener un oposición menos beligerante y un país más manejable, muy extenso, pero con 35 millones de habitantes.