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colpisa / AFP
Miércoles, 24 de junio 2015, 09:38
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha reiterado, en el transcurso de una conversación telefónica con su homólogo francés, François Hollande, su compromiso de acabar con las prácticas de espionaje "que pudo haber en el pasado y que eran inaceptables entre ... aliados".
De acuerdo con la versión de la conversación ofrecida por la Presidencia francesa en un comunicado, el diálogo entre los dos jefes de Estado ha servido para examinar "los principios que deben regir las relaciones entre aliados" en materia de servicios secretos.
"El presidente Obama ha reiterado sin ambigüedad su compromiso firme, desde el estallido en noviembre de 2013 del caso Snowden, y como ya recordó en la visita de Estado (de François Hollande) en febrero de 2014, de terminar con las prácticas que pudieron haber tenido lugar en el pasado y que eran inaceptables entre aliados", apunta el Elíseo.
La conversación entre Obama y Hollande se ha producido horas después de que Francia tachase de "inaceptable" el espionaje por parte de Estados Unidos de los tres últimos jefes de Estado franceses, revelado la víspera por la prensa, motivo por el cual París ha convocado a la embajadora de Washington en Francia. Además enviará a EE UU al "coordinador" de sus servicios de inteligencia, Didier Le Bret, para abordar las presuntas escuchas de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA).
Hollande, en una reunión urgente del Consejo de Defensa, advirtió esta mañana de que Francia "no tolerará ningún acto que cuestione su seguridad".
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El martes, el diario Libération y el portal de información Mediapart publicaron documentos sobre el espionaje estadounidense filtrados por Wikileaks, cuyo fundador ha prometido nuevas revelaciones.
"Lo ocurrido no es aceptable, pero no vamos a entrar en una crisis por ello", ha matizado el portavoz del Gobierno francés, Stéphane Le Foll. La embajadora de Estados Unidos en Francia, Jane Hartley, ha sido convocada para esta tarde por el ministro de Exteriores galo, Laurent Fabius, según fuentes diplomáticas.
Por su parte, la oposición ha manifestado también su indignación, denunciando un comportamiento "grave" por parte de Estados Unidos y estimando que se trata de una "ruptura del pacto de confianza" entre dos viejos aliados.
Entre 2006 y 2012
Según los documentos publicados por Libération y Mediapart, los servicios estadounidenses espiaron, entre 2006 y 2012 al menos, a los tres últimos jefes de Estado franceses: Hollande, elegido en 2012, y sus dos predecesores, Nicolas Sarkozy (2007-2012) y Jacques Chirac (1995-2007).
El exconsultor de la NSA, Edward Snowden, había revelado en 2013 la existencia de un vasto sistema de espionaje de conversaciones telefónicas a varios mandatarios, como la canciller alemana Angela Merkel o la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
Las escuchas a Chirac, Sarkozy y Hollande por parte de la NSA constituyen en sí mismas la principal información que transmiten los dos medios, ya que el contenido de los documentos no hace ninguna revelación de peso. No obstante, el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, aseguró el martes por la noche que próximamente habrá nuevas revelaciones.
Washington niega haber espiado a Hollande
La Casa Blanca ha asegurado, por su parte, que Estados Unidos no espía las comunicaciones de Hollande, y es poco probable una crisis diplomática entre los dos países, implicados juntos en una serie de conflictos en el mundo.
"No tenemos como objetivo ni tendremos como objetivo las comunicaciones del presidente Hollande", ha señalado Edward Price, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, quien no ha dado precisiones sobre las operaciones que pudieron tener lugar en el pasado. "Trabajamos estrechamente con Francia en todos los asuntos de preocupación internacional y los franceses son socios indispensables", ha agregado.
A primera hora de la mañana, Hollande reunió en el palacio del Elíseo un consejo de defensa, en el que participaron el primer ministro Manuel Valls, el canciller Laurent Fabius y los ministros de Defensa y del Interior, Jean-Yves Le Drian y Bernard Cazeneuve, acompañados por jefes militares y de los servicios de inteligencia.
Condena de todas las formaciones políticas
La condena de los actos de espionaje estadounidenses ha sido unánime en todo el tablero político francés, tanto en la izquierda como en la derecha. El expresidente Nicolas Sarkozy, hoy jefe de la oposición de derecha, no ha hecho declaraciones al respecto, como tampoco Jacques Chirac.
Pero en la derecha, el senador François Baroin, exministro de Economía de Sarkozy, ha reclamado "una respuesta fuerte del presidente" Hollande. "Este asunto es escandaloso. Hay que pedir explicaciones muy claras", ha agregado. "¿Cómo puede pisotear las libertades individuales" un país que dice defenderlas?, ha planteado el gubernamental Partido Socialista.
La presidenta del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen, y el dirigente de la izquierda radical Jean-Luc Mélenchon han reclamado el cese de las negociaciones que mantienen la Unión Europea y Estados Unidos sobre el tratado de libre comercio. "Estados Unidos es una potencia hegemónica dispuesta a todo para aumentar su control sobre nuestros países", ha sostenido Marine Le Pen.
Las revelaciones sobre el espionaje de Estados Unidos se hacen en momentos en que Francia se dispone a aumentar la autorización legal de las escuchas para los servicios de inteligencia, en el marco de una controvertida normativa.
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