Los rebeldes prorrusos dicen que Ucrania está «al borde de una gran guerra»

Tanto los separatistas prorrusos como las fuerzas de Kiev han denunciado un notable aumento de la tensión en las últimas horas a lo largo de toda la línea que separa las posiciones de los dos bandos enfrentados en el este de Ucrania. "A lo largo de la jornada de ayer, el enemigo ha atacado en 109 ocasiones las posiciones de las tropas ucranianas", ha informado el mando militar de las fuerzas gubernamentales a través de su página en Facebook.

A su vez, un portavoz del llamado ministerio de Defensa de la autoproclamada República Popular de Donetsk denunció 189 ataques por parte de los militares ucranianos en las últimas 24 horas, "el doble que en la jornada anterior".

La misión especial de la OSCE para Ucrania teme que los dos bandos hayan devuelto parte de su armamento pesado a la primera línea del frente, como se desprende del informe publicado anoche por los observadores internacionales que velan por el cumplimiento de los acuerdos de paz de Minsk firmados a mediados de febrero.

Fallida ofensiva

Tras recorrer el viernes numerosos emplazamientos donde tanto las fuerzas de Kiev como los rebeldes deben guardar su artillería pesada retirada del frente en virtud de los acuerdos de Minsk, los observadores de la OSCE constataron la falta de varias unidades de ese armamento en los dos bandos.

Las hostilidades entre las fuerzas ucranianas y los separatistas se reanudaron la semana pasada, tras una fallida ofensiva lanzada por las milicias contra la localidad de Marinka, situada a menos de 20 kilómetros al oeste de la ciudad de Donetsk, principal bastión de los insurgentes.