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colpisa / afp
Jueves, 11 de junio 2015, 00:34
El vicepresidente de Venezuela, Jorge Arreaza, ha viajado por sorpresa a Bruselas para asistir este miércoles a la cumbre UE-Celac, donde la situación política venezolana se ha convertido en la manzana de la discordia entre ambos bloques.
Arreaza llegó a la capital belga el ... martes por la noche, según han informado fuentes latinoamericanas, sin embargo, en la lista oficial divulgada por la UE aparecía la ministra de Relaciones Exteriores, Delcy Rodríguez, como jefa de la delegación venezolana en esta cita en la que participan 61 países.
En un principio, se había previsto la asistencia del presidente Nicolás Maduro, que también debía reunirse el pasado domingo con el papa Francisco en el Vaticano pero su encuentro con el Pontífice argentino, reputado mediador en disputas nacionales e internacionales, fue cancelada por una "otitis fuerte" del mandatario. La anulación de su viaje se produjo la víspera de la llegada a Venezuela del expresidente del gobierno español Felipe González para apoyar la defensa de los líderes opositores encarcelados.
Ya en el arranque de la cumbre, Venezuela ha captado la atención de los asistentes cuando el ecuatoriano Rafael Correa, presidente pro témpore de la Celac, ha cargado contra las sanciones estadounidenses al gobierno de Maduro. "Rechazamos y demandamos la derogatoria de la orden ejecutiva emitida por el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama", ha aseverado Correa en el discurso inaugural.
Sanciones "contraproducentes"
La presidente brasileña, Dilma Rousseff, ha insistido en el mismo sentido: "Sabemos que estas medidas son contraproducentes, ineficaces e injustas. Por eso rechazamos la adopción de cualquier tipo de sanciones contra Venezuela", ha dicho en la sesión plenaria. Arreaza ha declarado esta noche que también el presidente de Bolivia, Evo Morales, y otros dirigentes latinoamericanos han aludido "al tema de la necesaria derogatoria inmediata de ese decreto".
Más allá de la posición de la Casa Blanca, que desde marzo considera a Venezuela como una amenaza para la seguridad del país, europeos y latinoamericanos chochan en cuanto a qué postura adoptar ante la situación política venezolana.
Frente a la defensa explícita de la Celac al Gobierno venezolano, Europa, que ya ha mostrado en varias ocasiones su "preocupación" por la situación política en ese país, se muestra muy reticente. Venezuela ha sido "el punto más difícil" en la negociación de la declaración final, según han reconocido fuentes europeas.
Petición de la oposición venezolana
Coincidiendo con la cumbre, el coordinador de Voluntad Popular, Carlos Vecchio, ha viajado a Bruselas para pedir a la UE que medie en la crisis y ha abogado por que el bloque observe las próximas elecciones parlamentarias. "Hacemos un llamado para que la Unión Europea envíe observadores internacionales a las parlamentarias", ha señalado Vecchio.
Vecchio, que vive en Florida, donde huyó después de que la justicia venezolana emitiera una orden de detención contra él por conspiración, ha recordado que el secretario general de Unasur, Ernesto Samper, pidió esta semana que la UE esté presente en los comicios parlamentarios. La Constitución de Venezuela establece que este año se celebren estos comicios, pero las autoridades todavía no han anunciado su fecha pese a la insistencia de la oposición.
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