Sara Carbonero, operada de urgencia en una clínica de Madrid

Tal como recoge la revista 'Semana' en exclusiva, su marido, Iker Casillas está siendo uno de sus grandes apoyos. El deportista pasa con ella tanto tiempo como puede ya que también se le ha visto llevar a los dos hijos de la pareja al colegio. Junto a él, la madre, la hermana de Carbonero y su gran amiga, Isabel Jiménez, se turnan para acompañarla.

En el rostro de Casillas, como cabe esperar, signos de preocupación. Se le ve entrar y salir de la clínica cabizbajo y la misma revista ha publicado unas fotos en las que se percibe que el exguardamenta del Real Madrid está pasado por momentos muy difíciles. Casillas ha recibido el apoyo de sus amigos y familiares. De hecho, en una de las fotografías se le ve fundirse en un abrazo con un amigo. Desde su entorno llegan noticias que revelan su profundo desasosiego: «Está hecho polvo». Sin embargo, parece que el pronóstico es esperanzador ya que Sara se está recuperando y su entorno es optimista.

Un optimismo que refleja la propia Sara en su cuenta de Istagram donde ha publicado un fragmento de la canción de Delafe y las flores azules, 'Espíritu santo' que dice así: «Y sonaron las trompetas de la muerte y a gente se puso a bailar. Esto es la guerra y para ganar tendrás que liberarte del sentido del ridículo, porque bailando hasta el espíritu santo se pone blando». En definitiva, un canto a la lucha y a no dejarse llevar por la desesperanza que recuerda a las palabras con las que el futbolista la felicitaba hace unos días: «37 inviernos. Muchas felicidades!! El baile sigue... hay que bailar hasta el final». Todo un guiño también al nombre de las sección de la periodista en Radio Marca, 'que sigua el baile' y que parece haberse convertido en el lema de la familia en estos últimos días.

Los mensajes positivos son habituales en las redes sociales de la manchega que agradecía los regalos y felicitaciones recibidos en su 37 cumpleaños con una foto de ella reflejada en un espejo bajo la que escribía: «Hoy me decía una buena amiga que hay que celebrar sin mesura, que la vida es una vela soplada y un eterno deseo. Yo tengo claro el mío».

Aunque Iker Casillas ha reconocido en alguna ocasión que quizás no has estado al lado de su mujer tanto que debería durante la enfermedad que le fue diagnosticada y tratada hace dos años, ahora no se separa de ella. De hecho, esas declaraciones hicieron que se especulase con una posible crisis en el seno del matrimonio, unos rumores a los que la pareja decidió mantenerse ajena continuando con sus vidas y que ahora parecen completamente desmentidos a tenor de las circunstancias.