Rafael Amargo: «Estoy cortito de dinero, pero para comer no me falta»

Arropado por los integrantes de su compañía (entre ellos, Luciana, la bailarina argentina con la que lleva casado año y medio) y acompañado de su abogado, Cándido Conde Pumpido, el bailarín insistió en que es «inocente» y que lo que quiere es «ganar el dinero cantando y bailando», que es lo que ha «hecho toda la vida».

Amargo va a poder, por fin, estrenar este sábado su último espectáculo, 'Yerma', con el que quiere romper las tablas, a pesar de que la procesión va por dentro. El teatro madrileño ha puesto a la venta 675 butacas por las restricciones del covid, de las que solo quedan un centenar por vender para la primera función. Eufórico, taconeando y lanzando besos a la prensa, Amargo no quiso ahondar en la ausencia de su productor, Eduardo de los Santos -detenido junto a él y su mujer por tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal-, aunque sí detalló que ya no tiene nada que ver con el espectáculo.

Tampoco quiso dejar pasar la ocasión para denunciar «el maltrato» recibido durante su detención. Y habló del altercado vivido en los juzgados de Plaza de Castilla en los que, al parecer, tuvo que ser reducido por los agentes. Tanto él como su letrado reconocieron que «hubo un momento de tensión» cuando estaban esperando la decisión del juez porque llevaba una hora y media encerrado en una habitación sin poder comunicarse con su abogado.

Preguntado por las sustancias encontradas en su casa, confesó que ni fuma ni bebe desde hace más de cinco años. «He tenido aspecto salvaje, canalla, sin filtros... pero te puedo decir que tomas tú más que yo», contestó al periodista que le hizo la pregunta. Negó, además, estar en la ruina como se ha venido contando. «Estoy cortito de dinero, pero para comer no me falta».

Sobre cuáles van a ser los siguientes pasos en el proceso, Conde Pumpido aclaró que ahora mismo se encuentra en fase de instrucción, pero que hay que respetar la presunción de inocencia y «a día de hoy no hay ningún tipo de resolución condenatoria» contra su cliente, aunque habrá juicio.

Amargo se mostró feliz por estrenar de nuevo en Madrid, tras cuatro años de ausencia. Y es que los escenarios de la capital tienen un valor añadido. Nunca hubiera imaginado una repercusión tan grande ni una presentación que consiguiera congregar a tanta prensa. «Ni cuando me dieron la Medalla de Oro del Mérito a las Bellas Artes de España se hizo eco ningún medio, y mi detención la han dado todos», reflexionó.

Ahora se pregunta qué hacer para recuperar el honor perdido estos días. De momento piensa consolarse taconeando que es de lo que vive a pesar de las graves acusaciones que recaen sobre él. «Quiero romper las tablas, quiero bailar», declaró rotundo antes de afirmar que le da «muchísima pena no haber podido estrenar el día que se tenía que estrenar». «Lo quiero hacer bien, trabajo con el cuerpo, soy un bailarín (...) Esta noche ensayo con mi compañía y mañana (por este sábado) estrenamos», señaló el coreógrafo granadino, que insistió que lo que le ha pasado le anima «a bailar con mas fuerza, a trabajar con más cariño y a valorar mucho más mi trabajo».

Su abogado se mostró convencido de la inocencia de su cliente. «Si la investigación llevaba varios meses abierta, los indicios deberían haber sido mucho más abrumadores».