Seis maneras de lucir una blazer

Marcar la silueta femenina es uno de los grandes retos de las blazers oversize que tanto han triunfado sobre la pasarela. Por ello, el gran aliado es el cinturón. Hay algunas blazers que ya lo llevan incorporado haciendo un guiño a la comodidad de los kimonos, pero siempre podemos incluir uno que tengamos por el armario. Esta temporada se lleva tanto lo minimalista como lo estridente así que podemos apostar por un cinturón fino o, por el contrario, por uno muy ancho e incluso por un pequeño corsé. Todo vale si crea un contraste bonito y se define la silueta femenina.

A pesar de que este complemento ha vuelto, tras un dudoso paso durante la década de los 90 , hay muchas personas que todavía son reticentes a incluirla en sus estilismos. Sin embargo os animamos a que deis una segunda oportunidad a este complemento porque las nuevas riñoneras nada tienen que ver con las de antaño y ahora sirven para dar un plus de originalidad y personalidad a nuestros looks.

Atrás quedó el pulcro traje de chaqueta monocolor. Ahora las blazers pueden con todo y, de hecho, como mejor quedan es creando diferentes efectos combinando varias texturas, estampados y colores

Para momentos de fiesta, eventos e incluso para dar un toque diferente a los estilismos, las blazers se llenan de luz mediante apliques como pailletes, brillantitos o tejidos metalizados y se convierten en la prenda estrella para una ocasión especial y dando un nuevo registro al protocolo establecido para ciertos eventos.

Las “chanelitas” tan conocidas como admiradas por sus tejidos, cortes y patrones hoy se fusionan con las blazers para crear una prenda especial que destaca por dar un giro al largo de esta chaqueta e introducir alguna variante como flecos, nuevos colores y combinaciones que renueven el aire clásico que las envuelve y protagonizar estilismos atemporales pero con una pincelada moderna y actual.

El smoking lleva varias temporadas protagonizando estilismos muy femeninos en clave masculina y, en esta ocasión, no iba a ser diferente. Eso sí, deja de ser monocolor e introduce pequeños toques de color en zonas estratégicas como las solapas o bolsillos. Otro de los cambios es que deja de ser oversize y mantener un corte recto para ceñirse más a la silueta femenina y potenciarla.