De la mujer liberada de Fortuny al hombre de verdad de Palomo Spain
PUNTADAS CON HILO ·
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PUNTADAS CON HILO ·
El multidisciplinar artista Luis Sala publica 'Vestir es soñar', un libro que recorre cien años de la moda españolaHay personas que se emocionan con un desfile y cuentan los días que faltan para que el último número de su revista de moda favorita esté en el quiosco y correr a por ella. Luis Sala (Mutxamel, Alicante, 2002) es una de ellas. Estudió diseño ... de moda y fue becado por el MoMA de Nueva York como artista contemporáneo. También plasma como pocos sobre el papel su pasión por «un oficio aparentemente efímero, pero capaz de dejar creaciones inmortales».
De esas creaciones inolvidables y de sus autores habla en su libro 'Vestir es soñar. De Fortuny a Palomo' (Turner), un recorrido divulgativo y ágil por cien años de la moda nacional, desde el nacimiento en la costa vasca del genio que revolucionó la moda, Cristóbal Balenciaga, hasta el cordobés pueblo de Posadas con el nacimiento del actual reinventor de la moda sin género, Alejandro Gómez Palomo, diseñador y director creativo de la firma Palomo Spain.
Por sus páginas también viajamos por el hilo invisible de Sybilla Sorondo, los colores de Ágatha Ruiz de la Prada, la pasión por el calzado de Manolo Blahnik, el recuerdo de David Delfín, la recién llegada María Rodríguez al mando de REVELIGION, el talento de Paloma Picasso con sus joyas o la reivindicación de la artesanía de Teresa Helbig y Lorenzo Caprile.
Una obra que, explica Sala, le surgió «quizás tras haber dormido muchísimo». «Las pocas ideas buenas que me han venido han sido así. Sé que le escribí a Dolores Cortés. Me respondieron genial y enseguida me mandaron muchas cosas para ayudarme a escribir. Después decidí seguir y llegaron más diseñadores. Esto fue un sueño de verdad», explica.
Al final, fueron 31 de los modistas más relevantes de la industria española entre los que, por límites de espacio, no ha podido contar con otros como Carlos Duarte, de quien le alucina «su trabajo al frente de Duarte Madrid, o JC PAJARES». «La moda española es inmensa y en algún momento tuve que cortar», dice. «Presento a unos pocos, os invitaré a buscar otros», agrega en su prólogo.
Asegura que no eliminaría a ninguno de los incluidos sin poder decantarse por alguno. «Esto es como elegir a mamá o papá. Estudié diseño por Sybilla y David Delfín porque alucinaba con sus diseños y sus formas de mirar al mundo, pero después no podría dejar a ninguno fuera. Me encanta la moda de Juan Vidal, tan elegante y a la vez rompedora; María Escoté y sus estampados; Teresa Helbig, Moisés Nieto, Leandro Cano y esa búsqueda de una artesanía que parecía extinguida; Dolores Cortés y ese bañador perfecto, que no necesita nada más... Me encantan todos los diseñadores que hay dentro. Son mis ídolos y yo les dedico este escrito».
Se le pone en un brete cuando se le pide que en lugar de diseñadores hable de las piezas que han marcado la moda española: «Es dificilísimo. Pienso en el vestido España de Sybilla, que dio una lección a un país al que, como ella dijo, solo le importaban los toros, el sexo, el sol y la religión. ¿Cómo olvidar también ese vestido azul con el que Lady Gaga, vestida por Juan Vidal, parecía una auténtica Cenicienta salida del cuento? Lo cuidó todo. ¡Hasta los zapatos eran de vinilo transparente del diseñador e imitaban a los de cristal! O la capa floreada de Palomo con la que Cristina Ortiz, 'la Veneno', hizo su última sesión fotográfica y después Beyoncé presentó a sus gemelos públicamente».
Pero si de embajadores de la moda patria hablamos se le vienen a la mente «desde Laura Ponte, Nieves Álvarez, Jon Kortajarena o Judith Mascó, a los nuevos modelos que siguen saliendo de las agencias nacionales». «Creo -añade- que Rossy de Palma ha sido una buena embajadora. Todavía la recuerdo vestida de Palomo en Cannes, o de David Delfín y Sybilla para muchas otras ocasiones. Tiene la capacidad de sorprendernos siempre y eso la ha vuelto icónica». «También son los diseñadores sus propios embajadores, mirad a Ágatha Ruiz de la Prada, es la mejor imagen que ha podido escoger para su firma», explica el autor.
Una España que se une también a la imagen de empresas como Zara y Mango. «Es indiscutible que tienen una presencia internacional. El sello España está resonando fuera cuando hablamos de moda», aclara Sala. «El otro día Duarte me contaba que vende más fuera que en España. Y nos recuerdan, ¡vaya que si lo hacen! Tú dices Sybilla en el Vogue estadounidense y saben quién es, lo que ha hecho y lo que hace. Las figuras internacionales famosas se fijan en nuestra moda. Los nombres de nuestros diseñadores están resonando, pero no pretendamos que compitan con Mango o Zara. Dudo que ellos quieran hacerlo. Juegan en ligas diferentes. Unos venden el diseño de autor y otros ropa en masa. No se puede competir ni en ganancias, ni en costes, ni en nada».
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