«Las joyas que diseño son pequeñas esculturas»

Un control que tiene que agradecer a un bagaje que viene de lejos. Siendo tan solo un niño se metía en la trastienda de la tienda de su padre en el bazar de Melilla para cambiar correas a los relojes, esferas y cajas de uno a otro para intentar cambiar su estética. «Fue donde aprendí el mundo del comercio pero también desarrollé mi parte más artística. No era consciente todavía de que, intervenir en el diseño de relojes desde tan pequeño supuso un aprendizaje para luego afrontar y dar un salto cualitativo en mi carrera con UNOde50», explica Azulay.

Del zoco se trasladó a Hong Kong para diseñar relojes antes de cumplir el sueño de crear su propia marca «trabajando duro y con mucha ilusión. En ocasiones con sufrimiento, pues para que un sueño así se cumpla deben confluir muchos elementos, deben encajar muchas piezas». Los frutos a tamaña gesta se pueden apreciar, entre otras cosas, en su internacionalización, llegando a más de 80 mercados, siendo «Estados Unidos , a día de hoy, un mercado tan importante como España».

Países a los que exporta artesanía española de sus «pequeñas esculturas», como gusta calificar a sus reconocibles joyas cuajadas de emoción, que en su nuevo concepto de tienda comparten espacio con una galería de arte. «Todos nuestros productos están fabricados en Madrid y hechos por nosotros. Cada pieza está acabada a mano para conseguir el efecto único y diferencial que caracteriza nuestros diseños. También nos encargamos de todo el proceso de montaje. Es algo realmente complicado, pero nos permite controlar y garantizar la calidad del producto final», enfatiza Azulay, que se siente afortunado por contar con un equipo «de extraordinarios profesionales con talentos afines a la filosofía de la marca. «Saben interpretar y leer los pequeños matices, esos que al final dan personalidad a las joyas de UNOde50. Es la clave para que nuestras joyas no pierdan su magia, su personalidad, que no tendríamos si fabricásemos fuera».

Ampliar

Sabe jugar con maestría con el metal y el cuero, «la esencia, la base, la identidad propia de la marca», en combinación con otros materiales nobles con los que «ampliar su capacidad de transmitir». ¿Sus piezas preferidas?« Me siento orgulloso de todos y cada uno de los diseños de UNOde50, pero a lo largo de nuestra historia algunos han destacado por algún motivo y a estos les tengo un cariño especial. Son algo así como nuestros hijos pródigos», confiesa antes de nombrar Estás grillad@, «una pulsera donde expreso cómo nos sentimos cuando somos arrastrados por ciertos pensamientos que nos hacen prisioneros de nosotros mismos y que nos empujan a tomar decisiones de las que más tarde nos podemos arrepentir. O una de nuestras creaciones más celebradas: la pulsera Ibiza. Un brazalete que desde que salió a la venta, hace casi 20 años, no ha pasado de moda. Probablemente la más icónica de UNOde50 junto con nuestro candado. Esta pulsera abrió también el camino a otras propuestas igualmente atrevidas».

Ahora llega el turno de 'Identity', una colección compuesta por siete cápsulas que irán saliendo a la venta de forma escalonada hasta Navidad. Para el verano, la propuesta está llena de color, con materiales como la amazonita natural, diferentes cristales artesanales o la perla. Por su parte, el otoño vendrá marcado por la reinterpretación de uno de los iconos de UNOde50, la libélula. Por último, la Navidad traerá la magia de los cristales facetados, así como dos joyas en edición limitada de 50 unidades con la que consolida su sello propio, lo que conlleva plagios, a lo que Azulay se muestra muy tranquilo: «Es sinónimo de que algo estamos haciendo muy bien. Nada malo se copia».