Eduardo Navarrete
Vermú de domingo ·
Se define como «un chico del Renacimiento» que responde lo que piensa pese al qué dirán y anuncia que el próximo año volverá a la modaSecciones
Servicios
Destacamos
Eduardo Navarrete
Vermú de domingo ·
Se define como «un chico del Renacimiento» que responde lo que piensa pese al qué dirán y anuncia que el próximo año volverá a la moda«Quiero ir hasta el último punto y hasta la última librería en la que se solicite mi presencia», dice Eduardo Navarrete. Y allá que va, aunque eso suponga contestar a esta entrevista mientras baja de un coche, llega a Atocha, revisa el billete, pasa ... el control, se pide un agua y, finalmente, sube al tren rumbo a la presentación de 'Cabaret y vestidos de escándalo' (MR), libro donde repasa con mucha gracia una vida llena de costura, patrones, momentazos y 'celebrities'. A pesar del lío, de las interrupciones y de su espalda («llevo un colocón que flipas, que me he tomado un pastillote porque parezco una alcayata»), el diseñador no pierde el hilo de la conversación en ningún momento. Porque Navarrete, además de multitarea, es más listo que el hambre.
-Diseñe su aperitivo para el domingo.
-Vermú, por supuesto. Yo soy de Martini mezclado, más del blanco que del tinto. Luego unas gildas, soy fan de las gildas, y cuando entro a un sitio de estos que venden encurtidos me caigo de culo porque un fruto seco, unas gildas, unas patatas… con eso, ya me has ganado.
-En su vida no todo ha sido brillo, porque en su libro hay algunos pasajes duros. Le habrá costado escribirlos.
-Sí, por supuesto. He llorado porque ha sido un proceso de recordar, de abrir cajones, y hay momentos que han sido buenos, pero hay otros que no lo han sido tanto, y al echar la vista atrás, «echar la vista atrás es bueno a veces, uuuh» [canta], que decía Karina, pues sí que he llorado. Y he llorado esta mañana porque últimamente estoy un poco sensible, tengo tanta cosa tan seguida…
-Escribe: «Yo quería ser Norma Duval en el Folies Bergère, pero comprendí que nunca iba a serlo». Pero lo ha sido, porque se ha convertido en una vedete televisiva.
-Pues sí. Cuando yo me refiero a lo de vedete es porque para mí tiene el mismo significado que en Francia, donde significa artista que sabe hacer de todo, que canta, que baila, que presenta. Lo que quiero decir, aunque la gente se quede con la risa, con el «ja, ja, ja, vedete», es que me gusta hacer de todo: hoy puedo estar preparando un evento e irme corriendo a coger un tren y mañana estar en un programa como 'El Desafío' o 'Tu cara me suena' o sacarte una colección. No me quiero quedar en hacer una cosa, me parecería aburrido solo diseñar ropa. Pues eso, un chico del Renacimiento.
-Ha acabado siendo empresario como su padre, que todo el dinero que ganaba lo invertía.
-Y el que no tenía también.
-¿Lo de emprender se lleva en los genes?
-La verdad que sí. Eso es una cosa que no se elige, amor, eso te viene innato, estoy 100% seguro. Evidentemente, son cosas que he elegido, pero es como que la fuerza te sale de dentro y te empuja a emprender. Yo, por suerte, tengo esa genética de mi padre, esa cosa, y estoy cumpliendo mis sueños y montando mis empresas. Monté una agencia de comunicación sin haber estudiado comunicación, ni periodismo ni nada, y la verdad que me está funcionando de maravilla. Pues mira, trabajo, trabajo y más trabajo
-¿Se ha tenido que demostrar más cosas a sí mismo o a los demás?
-A los demás todo el rato. He tenido que demostrar mucho porque, cuando eres como yo, que me gusta el cachondeo, me gusta pasármelo bien y me gusta muchísimo hacer reír desde pequeño, pues me cuesta que me tomen en serio, pero ya desde pequeño también tenía que demostrarlo porque entre que yo quería estudiar diseño de moda, que era una cosa que en mi casa no se entendía muy bien lo que era, y con lo que me gustaba a mí entrar y salir, pues por cojones tenía que aprobar, y si trabajaba de noche tenía que ganar dinero y guardarlo porque tenía que demostrar que lo que estaba haciendo daba un fruto. Al final, todo el tiempo es demostrar.
-Tiene la lengua muy suelta.
-Y muy rápida, que yo muchas veces no sé qué digo. Me veo en algunas entrevistas y pienso «vaya cojones que tienes». Y cero filtro.
-¿Eso le ha pasado factura?
-Sí, sí, sí, porque la gente tampoco está acostumbrada a que un entrevistado diga lo que piensa. Yo veo muchas entrevistas y la gente está cohibida, yo no. Chica, yo lo que mi corazón siente, mi boca es un campanario, y a veces eso me ha jugado alguna mala pasada. Con el tiempo también aprendes un poco a medirte, pero si te voy a dar una entrevista y no te voy a contar nada, qué sentido tiene, ¿no? Qué aburrido.
-Conoce a todas las 'celebrities' de este país.
-Pues amor, es fruto de estar en la calle y de salir más que el camión de la basura. Porque salir, salimos todos, y en la noche te puedes encontrar a un político, a un cantante, a un escritor, a un dependiente, a un médico, a todos.
-¿Volverá a la moda?
-Sí, de cara al año que viene. Cuando dije que me iba a tomar un tiempo era porque estábamos con el tema del libro, lo que pasa es que, como estoy haciendo tantas cosas ahora mismo y quiero disfrutar de la presentación de mi libro, no puedo estar a la vez haciendo una colección porque quiero estar también presente en hacerla. ¿Podría pedírselo a cualquiera? Pues sí. Me refiero a pagar a un diseñador y que me la hiciera. Pero no me apetece, prefiero hacerlo yo. Entonces, pues eso, cariño. Las cosas, cuando toquen.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.