Julián Muñoz. R. C.

El ex alcalde de Marbella Julián Muñoz muere a los 76 años

La ex pareja de Isabel Pantoja, que en abril anunció que tenía un 'cáncer galopante', ha estado arropado por su mujer, Maite Zaldívar, sus hijas y sus nietos

Joaquina Dueñas

Martes, 24 de septiembre 2024, 09:06

Julián Muñoz, ex alcalde de Marbella, ha fallecido a los 76 años a causa de un cáncer de pulmón que le fue diagnosticado a principios de año tras una caída, tal como él mismo relató el pasado 13 de septiembre en su última aparición televisiva en el programa 'De Viernes', donde estuvo acompañado de quien ha sido su apoyo incondicional en los últimos meses, su mujer, Maite Zaldívar.

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El ex alcalde de Marbella permanecía ingresado en el hospital HC Marbella, en todo momento arropado por sus familiares más cercanos. Visiblemente deteriorado, el calor de los suyos ha sido precisamente su mayor tesoro durante esta última etapa de su vida: «Estoy jodido, pero feliz. En este momento soy absolutamente feliz. El mejor final es lo que tengo, a mi familia en bloque», confesaba en la que ha sido su última entrevista.

Natural de Ávila, Julián Muñoz se casó en 1974 con Maite Zaldívar y tras vivir en San Martín de Valdeiglesias, en Madrid, se trasladaron a Marbella, donde se dedicaron a la restauración. Él con las comandas y ella en la cocina, echaron raíces con su propio negocio. El éxito de su primer local, el Mayte I, les llevó a abrir otro en Puerto Banús. Fue precisamente en este establecimiento donde comenzaron a hacer los contactos que llevarían a Muñoz a entrar en política de la mano de Jesús Gil y el Grupo Independiente Liberal (GIL), que por entonces gobernaba con mayoría absoluta la ciudad costasoleña.

Las causas judiciales que fueron cercando a Jesús Gil hicieron que finalmente en 2002 Muñoz tomara el relevo al frente del consistorio marbellí tras la imputación de expresidente del Atlético de Madrid en el caso Camisetas. Comenzaba así una nueva etapa para el abulense en el que su figura se convirtió en protagonista tanto de las páginas de tribunales como de las de corazón, debido a su sonado romance con Isabel Pantoja, que acabó con su matrimonio.

En 2003, se presentó como cabeza de lista del GIL, obteniendo la alcaldía por mayoría absoluta. Para entonces ya había conocido a la tonadillera y, de cara a la galería, había comenzado con ella una relación profesional para convertirla en imagen de Marbella. El alcalde paseaba por la localidad de la Costa del Sol en actos institucionales con Maite Zaldívar a un lado e Isabel Pantoja al otro en medio de rumores de infidelidad.

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Julián Muñoz e Isabel Pantoja paseando de la mano por las calles de Marbella. R. C.

Una historia de amor, despecho y bolsas de basura cargadas de dinero que acabó con sus tres protagonistas pasando por prisión, moción de censura mediante, que en el verano de 2003 desalojaba a Muñoz de la alcaldía. De aquellos tiempos es la archiconocida frase de Pantoja, «dientes, dientes, que es lo que les jode», haciendo gala de su amor y felicidad que se vería truncada por las causas de corrupción y de blanqueo de capitales.

Mientras los paparazzi y reporteros tenían a la pareja en sus objetivos, Maite Zaldívar se convertía en colaboradora habitual de los programas del corazón en los que arremetía contra su exmarido y su novia y donde llegó a asegurar que en su casa entraba dinero negro en bolsas de basura.

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Imputado en numerosas causas por delitos de prevaricación urbanística, malversación de fondos públicos o cohecho, en 2006 entró en prisión por el caso Malaya, que destapó la mayor red de corrupción urbanística e institucional. Pantoja seguía entonces defendiendo su amor: «Nuestra pareja está ahí hasta que la Justicia quiera o Dios quiera», decía, aunque su primera visita a prisión para ver a Julián se hizo esperar hasta 100 días. Fue este caso el que llevó también a la imputación y posterior condena de Maite Zaldívar y de Isabel Pantoja por blanqueo de capitales.

Igual que empezó, la ruptura entre Julián e Isabel llegó mucho antes que su confirmación oficial, exclusiva mediante, en de 2009, cuando la tonadillera dijo en la revista ¡Hola!: «Mi relación con Julián ha terminado. Ha sido una decisión muy dolorosa». Meses después era el exalcalde quien explicaba que se había marchado de la casa que compartía en Marbella con la cantante. «Llevaba mucho tiempo madurando la idea de irme. Si ella prefiere decir que me ha echado, me da igual», explicaba.

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Terminó el amor, pero no los problemas con la Justicia, llegando a acumular 18 sentencias firmes en 22 años. En 2013 fue condenado a siete años y medio de cárcel por prevaricación, malversación de fondos públicos y blanqueo de capitales y en 2016, se le concedía el tercer grado por problemas de salud, pero unas imágenes suyas bailando sevillanas en una noche de fiesta le privaban de nuevo de libertad.

En 2021 salió de nuevo de la cárcel por razones de salud y arrepentido de sus andanzas, no dudó en expresarlo públicamente y en pedir perdón por haber sucumbido a los encantos de Isabel. Encontró de nuevo el apoyo de su exmujer con quien incluso volvió a casarse recientemente, a pesar de que ella mantenía una relación desde hace dos décadas con Fernando Marcos. Mucho se ha especulado sobre los motivos de este nuevo matrimonio, si bien siempre se ha justificado como un modo de compensación por las penurias que el exalcalde había hecho pasar a su esposa. Finalmente, Julián encontró en Maite y en sus hijas el apoyo cerrado que necesitaba hasta su último aliento.

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