Isabelle Junot y Álvaro Falcó, la boda de la temporada

Entre los asistentes hemos podido ver algunos de los rostros más conocidos del panorama social patrio incluida la flamante presidenta de Inditex, Marta Ortega, junto a su marido, Carlos Torretta. Además de ella, Prisca Pérez Pla de Alvear, Alejandra y Manuel Martos, Eugenia Silva con Alfonso de Borbón, Alonso Aznar y Renata Collado. Los del Río, Cari Lapique o Vega Royo-Villanova han estado entre los 250 invitados.

La hija de Philippe Junot y Nina Wendelboe-Larsen se ha convertido en mujer de Álvaro Falcó y marquesa de Cubas en una ceremonia en el que un reducido grupo de cantantes ha interpretado varios temas de góspel. A lo largo de la jornada, la joven ha lucido dos vestidos de novia. El primero, un clásico diseño de Pronovias confeccionado por la directora artística de la firma, Alessandra Rinaudo, en exclusiva para ella. Con escote balconette, mangas francesas y una falda con bolsillos terminada en cola. Llevaba para la ocasión unas joyas de Rabat que incluían su anillo de pedida y los pendientes creados para esta fecha tan especial.

Eso sí, lo que ha llamado especialmente la atención ha sido la imponente tiara de diamantes y perlas del siglo XIX, perteneciente a la familia de su marido que ya llevó Xandra Falcó, prima del novio, en su boda.

Tras pronunciar el 'sí, quiero', la novia optó por un modelo más desenfadado con un crop to de encaje y manga francesa y una falta de talle alto, también de Pronovias. Completó este estilismo con una sencilla coleta.

A quienes apenas vimos fue a la madre del novio y los padres de la novia, quizás para no robar protagonismo a los recién casados, quizás para preservar una posible exclusiva. Tampoco hubo rastro a la entrada o a la salida de la prima más mediática del novio: Tamara Falcó. Sin embargo, gracias a las redes y al despiste de una de las invitadas, hemos podido saber que la hija de Isabel Preysler llevó uno de los modelos que ella misma ha diseñado para Pedro del Hierro, estampado en tonos rosas y coral, con mangas abullonadas.

El menú, a cargo del chef Mario Sandoval, estuvo compuesto por huevo con trufa, lubina salvaje del Mediterráneo, cochinillo y, de postre, pastel de limón y de chocolate lacado.