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Joaquina Dueñas
Jueves, 14 de noviembre 2024, 14:55
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La separación entre Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin, quienes firmaron su divorcio hace casi un año, continúa dando que hablar. Ahora la atención se centra en la negativa de la infanta a aumentar la pensión compensatoria que paga mensualmente a su exmarido, una cuestión que parece haber provocado nuevas fricciones entre la expareja. Según informaciones publicadas por Monarquía Confidencial, fuentes cercanas a la hermana del rey Felipe VI aseguran que Cristina «no está dispuesta a aceptar más chantajes», mostrando una firme postura ante las exigencias financieras de su exmarido.
La infanta Cristina se niega a revisar al alza la pensión de Urdangarín, que actualmente no tiene empleo estable, a pesar de que sigue teniendo un estilo de vida elevado. No en vano, es habitual que las revistas del corazón reflejen las escapadas o vacaciones del excuñado del Rey junto a su actual pareja, Ainhoa Armentia. El pasado verano viajaron a Camboya y también han disfrutado de paseos por Londres.
Además, este mismo año, el exduque de Palma se mudó a una casa de alquiler en la exclusiva zona de Ciudad Jardín, en Vitoria, a pocos metros de la residencia de su madre, donde los alquileres oscilan entre los 1.200 y los 1.800 euros mensuales. Cifras elevadas dada la inestabilidad laboral de Urdangarín, que, además, tiene cuatro hijos, ya todos mayores de edad.
Otro de los puntos más controvertidos es la propiedad del vehículo Volvo que Urdangarin utiliza habitualmente y que está registrado a nombre de la infanta Cristina. Un coche que fue matriculado el pasado marzo y domiciliado en el Palacio de la Zarzuela. Antes de este último automóvil, Urdangarin utilizaba otro de la misma marca, también bajo leasing a nombre de su exmujer. Además, cuenta con una motocicleta de trail valorada en unos 5.500 euros.
Fuentes cercanas a la infanta han expresado su malestar ante lo que consideran una pretensión de Urdangarin de «vivir por encima de sus posibilidades». En palabras de un allegado: «A ver cuánto le dura este nivel de vida. No tiene trabajo y quiere vivir a un ritmo que no puede permitirse. Que lo disfrute mientras pueda». Unas declaraciones que también pueden interpretarse como un reflejo de la tensión entre la expareja.
La determinación de la infanta Cristina de no incrementar la pensión de Urdangarin supone un mensaje claro sobre los límites que está dispuesta a aceptar en esta nueva etapa de su vida. La cuñada de la reina Letizia sigue residiendo en Suiza por motivos laborales, aunque son habituales sus visitas a España, en concreto a Barcelona, donde recientemente ha adquirido de nuevo el piso en el que vivió con sus hijos y su entonces marido antes de mudarse al palacete de Pedralbes y por el que habría abonado dos millones de euros.
Así, un año después de su separación legal, y a pesar de la discreción con la que han llevado el proceso en todo momento, estas nuevas informaciones ponen de manifestó las diferencias entre el exmatrimonio que procura mantener la cordialidad en beneficio de sus cuatro hijos.
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