A veces anda como loca, a veces anda como resucitada. Agatha Ruiz de la Prada (Madrid, 1960) acumula compromisos de trabajo a velocidad del rayo. Y viajes alrededor del mundo, que en ocasiones da la impresión de habérsele quedado pequeño. Cuando se produjo la ruptura ... con su ahora exmarido y padre de sus dos hijos, se desnudó públicamente de cabeza a alma, le echó valor y unas altísimas dosis de humor, y esa exposición bestial de su intimidad le sirvió para coger aire y lanzarse de nuevo al mundo habitado por quienes se niegan a dar un paso atrás.
Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2009) y Premio Nacional de Moda (2017), su nuevo libro se titula 'Todo por un plan' (La esfera de los libros). Qué razón tenía Joan Miró, que no era precisamente imbécil, cuando pronosticó que llegaría lejos «en el sinuoso camino de la moda». Y tan lejos: el volumen de ventas de sus diseños da vértigo. Fernando Arrabal, ilustre loco, señaló que «cuando Agatha dibuja, con qué candor roba el fuego del cielo». El mundo creado por Agatha Ruiz de la Prada no tiene pérdida, e incluye lo mismo un chupete que una tapa de váter. Le dan miedo los cuchillos y ha ido pintando/diseñando, a lo largo de su vida, un universo inconfundible del que ha sido exiliado el aburrimiento, que es de las cosas por las que no está dispuesta a pasar.
- ¿Qué descubrió con los partos de sus hijos?
- Tuve muchos problemas con ambos y no comprendía por qué. Mi ginecólogo me explicó que yo tengo el útero en forma de corazón.
- ¿Qué hace usted con las penas?
- Las pinto de colores.
- ¿Y la moda para qué sirve?
- Para lo mismo que el arte: para disfrutar.
- ¿Qué certeza tiene?
- Para que la vida sea una gozada es muy importante que te apasione tu trabajo. Yo no me puedo quejar, sería una cerda si lo hiciera.
- ¿Dinero y elegancia van unidos?
- El dinero es una cosa poco elegante. La elegancia es no necesitar nada.
- Su éxito es indiscutible.
- Toda esa gente que me llamaba payasa habrá alucinado muchísimo con el éxito de mis diseños, aunque tengo que decir que la que más ha alucinado con lo ocurrido he sido yo. Confieso que nunca pensé que iba a dar lugar a un fenómeno tan masivo. Paseas por cualquier ciudad y te encuentras con un montón de escaparates con cosas mías. Toda esa gente que no me tomaba en serio no me interesa nada, paso mucho de los cretinos y de los que viven llenos de prejuicios y de clichés; lo que es seguro es que nadie se ríe ya ni pizca.
- ¿A veces qué llegó a pensar?
- Que me parecía una ordinariez vender tanto. Detesto la ordinariez.
La experiencia
«He conocido lo más alto y lo más bajo, a gente maravillosa y a miserables. Yo me puedo adaptar a todo, a un palacio y a una litera»
- ¿Qué opina de quienes tachan su universo creativo de infantil?
- ¡Qué simpleza! Yo de infantil, con lo malísima que soy, no tengo nada. Otra cosa es que me guste el mundo de la infancia. Tengo muchísimo sentido común, lo siento por la gente que piense lo contrario. Soy una persona brutalmente madura, creo que hay poca gente tan madura como yo. De loca, nada; de infantil, nada; de insensata, nada; lo que no soy es un muermo de tía.
- ¿Qué niña fue?
- La nieta mayor de las familias de mi madre y de mi padre. Una niña muy querida y muy esperada por todos. Luego nacieron mis hermanos y ya me convertí en la hermana mayor, pero todo el mundo me seguía queriendo muchísimo. Siempre he hecho mucha gracia, les gustaba mi personalidad, incluso creo que impresionaba [risas]. Desde muy pequeñita he tenido muchas ganas de hacer cosas, mucha curiosidad y deseos de conocer gente.
- ¿Qúe primeros planes recuerda?
- Los planes de mayores a los que me llevaba mi madre, que como no trabajaba y era muy ansiosa, pues eran muchos. Y a mí me encantaba estar con gente mayor, siempre me ha gustado estar con gente mayor; ahora veo a la gente joven no queriendo saber nada de los mayores y no lo entiendo. Íbamos a la Copa Davis, a concursos de saltos, al golf, a exposiciones, al teatro, íbamos a todo. Hacer planes sigue siendo algo fundamental para mí.
- ¿Cuándo supo que tenía un don?
- Al lado de donde ahora estará mi tienda nueva en Madrid, en Villanueva 5, tenía su galería de arte moderno la famosísima Juana Mordó, de quien mi padre era su mejor cliente y su mejor amigo. Yo iba muchas veces con mi padre a la galería a ratearle en las compras. A mí me encantaba dibujar, y se ve que no lo hacía mal porque le vendía mis dibujos a Juana Mordó, que se dice pronto. Mi parte catalana me ha venido muy bien para los negocios. También a mis compañeros del colegio de niñas bien les vendía unos collares preciosos que yo también hacía, e incluso, también de niña, me sacaba un dinero vendiendo patatas fritas. Siempre me ha gustado ganarme mi dinero.
- ¿Cuándo descubrió que esto de vivir no es fácil, que nada de cuento de hadas ni de camino de rosas?
- Bueno, yo es que eso no lo he descubierto todavía. Yo creo en la vida por encima de todo, y en que siempre hay maneras de enfrentarse a sus cosas negativas. Puedo estar un día de muy mal humor, pero no suelo ponerme dramática. Soy, como mi abuela, una persona muy positiva.
- ¿Y cómo se alimenta esa actitud?
- Es un don, unos lo tienen y otros no, como hay altos y bajitos. Hay quienes no pierden el buen humor y quienes se sienten mal por todo. Mi madre era del segundo tipo de personas.
Los malos momentos
«Cuando llegan las noches oscuras me tomo un Orfidal y se acaban»
- La madre.
- Era una señora muy guapa, muy rica, todo como muy cojonudo. Sin embargo, siempre estaba muy mal la pobre, pero mal, mal, mal, tan mal que se suicidó. Estar siempre insatisfecho es peor que una enfermedad.
- ¿Y cuando llegan las noches oscuras?
- Me tomo un Orfidal y se acabó la noche oscura.
- ¿Qué recomienda?
- Trabajar. Yo nunca he dejado de hacerlo y he llegado hasta la edad que tengo encontrándome mejor que nunca. Hay que trabajar, hay que tener objetivos y hay que procurar cumplirlos. Yo me divierto ahora más que cuando tenía 25 años.
- El trabajo.
- Me di cuenta de que lo que mejor me sentaba era trabajar, que como mejor estaban mi cuerpo y mi cabeza era trabajando.
Tercera etapa
- ¿Y de qué se ha dado cuenta últimamente?
- De que es muy conveniente prepararse para cada etapa de la vida. Yo ahora estoy preparando mi tercera etapa. Creo que hay más posibilidades de que te salgan bien las cosas si te preparas para que así sea. Me estoy organizando para afrontar las cosas que veo venir.
- ¿Qué ha decidido?
- Me vengo a vivir muy cerca de mi tienda nueva, y me voy a organizar de otra manera con el trabajo. He tenido muchas tiendas abiertas por el mundo, y cuando no había un problema había otro. He ganado mucho dinero, pero también he tenido muchísimos gastos. Aunque tengo muchos proyectos de exposiciones y no consigo tener tranquila mi agenda, voy a procurar no estar siempre en los aviones. Estoy bastante en paz y quiero seguir así.
- Los hombres.
- En ese tema soy una descreída. Hay mucho hijo de puta. Tengo clarísimo que un señor no es lo más importante en mi vida. Hay que saber aprovechar la relación que va bien y también hay que saber decir 'adiós, muy buenas'.
- España.
- Está en un momento terrible porque se está buscando la confrontación todo el rato: los pobres, los ricos, los de derechas , los de izquierdas, los independentistas, los otros, los de más allá…; hay muy poca gente que hoy esté por encima de batallitas y de tonterías. Para mí, lo ocurrido con la dana en Paiporta ha sido una lección de cómo hacer las cosas mal, y yo creo que el señor este de Valencia, Carlos Mazón, que me dicen que es una buena persona, se equivocó por completo. Desde luego, si yo hubiese sido él a la mañana siguiente habría dimitido. ¿Pero qué es eso de que se fue a comer con esa señora tan guapa…? Yo estaba en México, ¡en México!, y tenía una preocupación acojonante por la lluvia, porque tengo una finca en la carretera de Valencia y me avisaron de que acababa de llegar una tormenta. Yo me acosté intranquila, ¿y tú que estás ahí apareces no sé cuándo de una comida larguísima…? Por otro lado, ¿cómo no se fue de inmediato todo el Ejército para allá? Las cosas se han hecho muy mal, y el Estado dejó en los peores momentos a la gente tirada, menuda cabronada.
Emprendedora
«De pequeña me ganaba un dinero vendiendo patatas fritas»
- La Monarquía española.
- El caso es que sigo siendo juancarlista. Y sé que es horrible toda la porquería que ha salido.
- Ah. ¿Qué plan ha visto realizado?
- Toda la vida quise ir al Baile de la Rosa [en Mónaco]. Pues ya he ido y me divertí muchísimo. Me invitó una señora fantástica que vive allí y que conoce a todo el mundo. Pero yo recomiendo hacer cualquier tipo de plan, ¡eh!, porque mientras planeas cosas la vida es más divertida y tu actitud es más optimista. Si te quedas en casa corres el riesgo de comerte mucho el coco, y lo digo yo, que también estoy encantada quedándome en la mía. Pero, como me gusta conocer gente, pues enseguida otra vez a no parar. Gente lo más distinta posible, no entiendo a quienes sólo se relacionan con sus amigos del colegio o con gente de su propia edad. Relacionarte sólo con gente de tu edad es muy empobrecedor.
- ¿A qué plan no se apuntaría?
- A una cacería.
- ¿Qué sabe por experiencia?
- Lo que es llevar escoltas al lado y lo que es moverme en metro, que es lo más normal. Así ha sido mi vida, he conocido lo más alto y lo más bajo, a personas maravillosas y a personas miserables. Yo me puedo adaptar a todo, a un palacio y a una litera.