Felicitaciones navideñas muy reales

Fue hace un lustro la última vez que posaron solas, en una imagen tomada en la Zarzuela, al igual que en 2012, 2010 y 2008. Fue en 2006 cuando la princesa de Asturias aparecía sola -aún era hija única- ante una chimenea en un imagen tan bucólica como polémica, ya que solo se veía una de sus piernas, lo que hizo pensar que se había echado mano de Photoshop.

Pero para polémico el 'christmas' con el que dejaban perplejos desde Mónaco. Alberto aparece convertido en una mezcla de Elton John y Papá Noel, ataviado con los populares zuecos crocs y una camiseta que reza 'Keep calm and ho, ho, ho' (Mantén la calma y ho, ho, ho). La 'traición' fue obra de su esposa, Charlene, que colgó tres imágenes que parecen estar destinadas a la intimidad de la familia Grimaldi, en su cuenta de Instagram, en la que frisa los 40.000 seguidores. La pareja aparece con sus mellizos -Jaime y Gabriela- Estefanía y sus vástagos -Camille, Pauline, Louis y su esposa, Marie Chevallier- en la inusual postal a los pies de un enorme árbol de Navidad de Palacio. Se echa en falta a la tropa de Carolina, aunque cuesta imaginar que participasen en ella. Una imagen muy diferente al posado que hicieron para la revista 'Point De Veu', en cuya portada lucen sus mejores galas y en la que la mujer del príncipe aún no se había rapado parte de la cabeza.

Por cierto, que entre una de las 41 cuentas a las que sigue la princesa Charlene está la de los duques de Cambridge, cuya felicitación sigue los códigos tradicionales a los que acostumbran. En una imagen muy de campiña inglesa posan sonrientes, sobre un bloque de heno, con sus tres hijos -Jorge, Carlota y Luis- vestidos en tonos otoñales sin notas discordantes.

Una postal muy diferente a la del príncipe Enrique y su familia hecha pública por la organización benéfica para animales Mayhew, con la que colaboran. Se trata de una ilustración realizada a partir de una fotografía tomada por la madre de la duquesa de Sussex, Doria Ragland, en el jardín de su casa de California, donde han pasado sus primeras navidades. En ella se puede apreciar como el pequeño Archie, al que no se ve desde mayo, cuando sopló su primera vela, tiene el cabello del mismo tono pelirrojo que su padre. Sus perros también aparecen en la familiar imagen, porque para escena romántica está la del príncipe Carlos y Camilla Parker Bowles, rodeados de flores en el jardín de su residencia escocesa.

Los belgas fueron los más conjuntados gracias a sus impolutas camisas blancas. Felipe y Matilde de Bélgica, junto a su prole -Elisabeth, Gabriel, Emmanuel y Eleonore- son los más formales de todas las monarquías. Más improvisada y fresca es la de Carlos y una embarazada Sofía de Suecia, que posaron en su hogar junto a los pequeños Gabriel y Alexander. El espíritu navideño también embriagó a Haakon y Mette-Marit con sus vástagos en común, los príncipes Ingrid Alexandra y Sverre Magnus.

Una de las últimas familias reales en compartir el esperado 'christmas' fue la neerlandesa, que se hizo esperar hasta el 24 de diciembre para desear unas felices fiestas. El rey Guillermo y Máxima de Holanda rescataron una fotografía tomada el pasado 27 de abril, cuando celebraron el cumpleaños del monarca. Están ideales pero de navideña tiene poco una estampa tan primaveral.