Eurovisión 2024: el diseñador de Beyoncé y Lady Gaga viste a la cantante de Nebulossa

Y es que Costello, nacido en Los Ángeles hace 41 años, es una respetada figura al otro lado del charco, que ha cruzado el Átlantico para 'Eurozorrear' con Mery Bas, la vocalista de Nebulossa, banda que representó anoche a España en la sexagésima octava edición del Festival de Eurovisión.

El modista ha confeccionado el estilismo de la cantante en su taller de Madrid, un local que abrió tras conocer la ciudad gracias a Paula Echevarría. La actriz asturiana consiguió que el modista se desplazase hasta la capital para vestirla en el reportaje de una revista, viaje que fascinó tanto al estadounidense que decidió abrir un 'showroom'.

Entre su clientas españolas están las actrices Goya Toledo, Carolina Yuste, Antonia San Juan, María Adánez, Rossy de Palma y la modelo Judit Mascó. Su último proyecto aquí es el mono de encaje negro acompañado de un corsé a juego de la cantante de Nebulossa, que se marchó a Malmö con trece maletas. El mono, hecho a medida para la vocalista, está cuajado de cristales, nada menos que 63.000, colocados sobre el guipur y el encaje que dan forma a la pieza.

El vestuario de la alicantina lo rematan unos largos guantes de terciopelo hasta el codo y un corsé, la pieza más importante del conjunto. Se trata de una prenda confeccionada en vinilo liso mate, adornado con tiras de 'strass', una bisutería em negro que otorga un estética dominatrix a una propuesta que Costello califica de «atrevida, sofisticada y sexy».

El diseño, además, tiene un mensaje oculto. Se trata de un tributo al grupo sueco ABBA, que hace cinco décadas se alzó con la victoria en Eurovisión con 'Waterloo'. El mono que lleva Bas en su actuación tiene mangas abullonadas, guantes largos y pantalón acampanado en honor al 'look' setentero de los miembros de la banda en su actuación de 1974.

La elección del estadounidense para diseñar el vestuario de Bas no ha estado exenta de críticas. El hecho de no escoger a una firma patria ha levantado ampollas y el diseñador se ha visto obligado a colgar un mensaje en su Instagram defendiéndose. «Creo firmemente que todo el mundo merece ser escuchado, visto y apreciado, independientemente de su procedencia, etnia u origen», escribió Costello, por cuya venas corre sangre italiana, húngara, griega y rusa.

«Esto es especialmente cierto cuando se trata del mundo de la moda, donde la creatividad y la expresión personal deben celebrarse y fomentarse. Como diseñador de moda, dirijo mi 'showroom' y mi espacio de trabajo en España, y me considero bendecido por llamar a este país mi hogar», añadió antes de agradecer «la calidez y amabilidad que me han demostrado los españoles».

Su relación con España es muy estrecha, tanto que la imagen de su última campaña de vestidos de noche es una 'top' española. «De pequeño soñaba con trabajar algún día con la icónica supermodelo Esther Cañadas. Sigo su carrera desde que tenía 15 años. Ella ha inspirado muchos de mis diseños y bocetos. Incluso le escribí una carta el 8 de abril de 1998, con la esperanza de conocerla algún día... 25 años después, mi sueño se hizo realidad. Volé a España y rodé mi última campaña con la modelo de mis sueños», explicó.

Precisamente hace 15 años, cuando mandó la misiva a Cañadas, se trasladó a la exclusiva Palm Springs, en California, y abrió su primera tienda en el 286 de North Palm Canyon Drive, donde comenzó a hacer piezas a medida para celebridades como Céline Dion, Toni Braxton o Faye Dunaway.