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Joaquina Dueñas
Lunes, 8 de abril 2024, 10:37
Ese martes, 9 de abril, comienza el juicio contra el cocinero español Daniel Sancho, acusado del asesinato y descuartizamiento del médico colombiano Edwin Arrieta en el tribunal provincial de la isla tailandesa de Samui. Sus padres, Rodolfo Sancho y Silvia Bronchano, están ya en Tailandia ... para respaldar a su hijo, que podría enfrentarse a la pena de muerte. Les acompaña un equipo legal que lleva meses trabajando entre España y el país asiático para demostrar que se trató de un homicidio imprudente y no de un asesinato premeditado, tesis de la acusación, para evitar a toda costa la pena capital.
El proceso, que tendrá un paréntesis temporal debido a la celebración del Songkran, el año nuevo tailandés, se alargará hasta el 3 de mayo. Tiene previstas catorce sesiones y la intervención de más de medio centenar de testigos entre los que estará el padre del acusado, que declarará a petición de la defensa. Terminadas las testificales, el tribunal tendrá entre cuatro y ocho semanas para emitir la sentencia.
Tanto Daniel Sancho como su padre declararán el 25 de abril, primer día del turno de la defensa, a cargo del abogado local Aprichat Srinuel. Entre los testigos de la defensa habrá varios policías, un criminólogo, expertos forenses españoles, un psicólogo, un experto en sierras y un lingüista especializado en traducciones al español.
Antes, habrán testificado las 28 personas presentadas por la Fiscalía. Por su parte, los abogados de la familia Arrieta, que se adherirán a la pena solicitada por el Ministerio Fiscal tailandés, solo habían llamado a los padres de la víctima, Ana Marcela Arteaga y Leovaldo José Arrieta. Sin embargo, el tribunal ha rechazado su petición de declarar por videoconferencia ante la dificultad del matrimonio para desplazarse a Tailandia desde Colombia, debido a su avanzada edad.
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Joaquina Dueñas
Inicialmente, Sancho confesó el asesinato ante la policía de Phangan, la isla donde tuvo lugar el supuesto crimen el 2 de agosto del año pasado. Una confesión que se realizó sin traductor y sobre la que la criminóloga Carmen Balfagón ha denunciado en más de una ocasión que las autoridades «engañaron» al español hasta hacerlo confesar haciéndole creer que de este modo regresaría a España en apenas dos días. Balfagón ha asegurado que incluso le dieron a firmar «documentos falsos».
La principal controversia está en la causa de la muerte. En este sentido, el abogado Marcos García Montes, que encabeza el equipo de la defensa, ha subrayado que debe determinarse el mecanismo de la muerte: «si es un homicidio, un asesinato, un homicidio imprudente, o no es nada, porque hay una eximente plena».
Las autoridades tailandesas sostienen que Arrieta falleció de una cuchillada realizada con un arma homicida que «nadie sabe donde está», ha argumentado García Montes. Por su parte, la defensa sostiene que «golpeó a Arrieta en una pelea para defenderse de una agresión sexual y no confesó nunca el crimen intencionado, aunque sí se deshizo del cuerpo». Precisamente el psicólogo llamado por los letrados de la defensa será el encargado de explicar las razones científicas que pudieron llevara a Sancho a la ocultación del cuerpo, según ha precisado Balfagón estos últimos días.
En resumen, tal como subrayó García Montes en la rueda de prensa en la que presentó el trabajo realizado por el equipo legal, «estamos en la línea que hemos marcado desde el primer día, porque todo esto da un vuelco el 21 de agosto cuando la Policía dice que ha habido una pelea; la pelea excluye la premeditación y estaríamos ya dentro del homicidio; un homicidio que la propia Policía filtra diferentes vídeos diciendo que hubo una pelea, hay imágenes que aportaremos, y que este hombre en un forcejeo cae hacia una bañera y casi se fractura el occipital, que es la causa de la muerte, con lo que estamos en un homicidio imprudente como máximo». A lo que habría que añadir que «también puede haber circunstancias atenuantes, que son muchas, como amenazas, chantajes, coacciones, etcétera; y un estado mental de un trastorno transitorio».
En este sentido, García Montes ha expresado que el equipo legal cuenta con «testificales, documentales y periciales que acreditan que la línea de defensa que hemos planteado no es utopía sino hechos».
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