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arantza furundarena
Sábado, 5 de noviembre 2022, 00:59
Nunca ha ocultado que por culpa de una altísima exposición pública terminó en la consulta de un psicólogo. Sin embargo, o bien Dulceida se ha curado del todo o bien ha optado por la terapia de choque... Porque, lejos de protegerse, la influencer ha decidido ... exponerse a lo grande en una docu-serie de Mediaset que se estrenó este viernes en Prime Video y cuyo título lo dice todo: 'Dulceida al desnudo'. En ella, a lo largo de cuatro episodios, Aida Domenech no ahorra detalle sobre sus dramas personales más recientes, desde la separación de su mujer, Alba Paul, a la muerte de su abuela por covid. O esos terribles 21 días que permaneció desconectada de las redes porque sentía que le faltaba energía y sinceridad para plantarse ante sus más de 3,2 millones de seguidores como a ella le gusta: «con una sonrisa».
Superada la mala racha, la bloguera catalana deslumbró el pasado miércoles en el cine Capitol de la Gran Vía madrileña como protagonista absoluta del estreno de su 'docu-reality', en cuyo cartel posa como vino al mundo, solo que con 33 años más y varios tatuajes. «Sé que voy a pasar muchos momentos de tierra trágame», anticipaba ante la idea de desnudar sus sentimientos en pantalla grande y ante mil personas... Acompañada por su hermano Álex, Dulceida lucía un espectacular vestido palabra de honor con tremenda cola, capa y largos guantes a juego, realizado en exclusiva para ella por el diseñador Ze García en color rosa chicle. El resto de las invitadas, curiosamente, vestían de negro.
Fue la noche de las 'influencers': María Pombo, Estela Grande, Laura Escanes... Esta última acapara portadas por su sorprendente relación con el músico Álvaro de Luna, tras romper con Risto Mejide. Y es que la línea que separa a una influencer de una famosa del corazón es a menudo imperceptible, como demuestra el hecho de que al acto acudiera también Anabel Pantoja y no desentonara en absoluto.
La mujer que un día sintió la necesidad de escribir un manifiesto contra el odio, y más concretamente contra sus 'haters', en el que advertía: «No somos conscientes de las consecuencias y lo que puede herir todo ese odio online», aparece en los primeros minutos de su docu-serie llorando a moco tendido al tiempo que se graba un vídeo para sus seguidores en el que anuncia que deja temporalmente las redes... Sin embargo, no son los odiadores quienes la han llevado al límite de sus fuerzas, sino su ruptura con Alba Paul, a quien durante siete años consideró el amor de su vida.
Aquel fue el bache más profundo en los catorce años de oficio que atesora esta pionera de las creadoras de contenido españolas. Año y medio después, Aida Domenech, la persona y también el personaje, siente que vuelve a sonreír de verdad. Quizás por eso se ha sentido lo suficientemente fuerte como para desahogarse en la serie, donde lo mismo habla de su bisexualidad que confiesa haber sufrido una infección vaginal. Más de uno se ha preguntado si no debería haber marcado unos límites. Ella, sin embargo, aclara que sí lo ha hecho. «Y por eso estoy tranquila».
El documental es fruto de un pertinaz seguimiento a la famosa 'it girl' catalana durante varios meses, a partir de uno de los peores momentos de su vida... «Ahora, cuando lo veo -explica Dulceida- me gusta comprobar la evolución que tengo: cómo empiezo, cómo me escondo en el trabajo y cómo lo voy afrontando y superando».
La imagen que ofrece la serie acerca del mundo de las pasarelas tampoco es la más fotogénica, y ya hay quien la ve como un ejercicio de desmitificación de las influencers. «Yo represento a la moda -defiende Dulceida-. No creo que se venda todo lo que me pongo. Mi objetivo es sobre todo ayudar e inspirar a la gente». Su tremenda popularidad sin embargo no la ha librado de un «acoso y derribo insoportable» por parte de una persona a la que decidió llevar a juicio, proceso que todavía no ha terminado.
Tampoco oculta esta bloguera que ha necesitado terapia para aprender a gestionar su exagerada exposición pública. Pero no se siente un caso único. «En mi sector, el 90% vamos a terapia, porque estás muy expuesto. Es un mundo difícil para las cabecitas», le ha confesado a un medio catalán. La serie descubre la cara B de esta famosísima 'influencer' que dice odiar estar triste y detestar los dramas... Y, como ha ocurrido con la de Georgina o la de Tamara, seguro que traerá cola, por más que Dulceida afirmara hace tiempo en estas páginas: «No me gusta dar que hablar».
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