Buscan en cámaras de seguridad de un centro comercial para ver el origen de las lesiones de Alma

Anabel Pantoja -sobrina de la tonadillera Isabel Pantoja- y su pareja David Rodríguez, están siendo investigados por la presunta comisión de un delito de maltrato infantil cometido sobre su bebé llamada Alma, que estuvo ingresada durante 18 días en el hospital Materno Infantil de Las Palmas de Gran Canaria. El procedimiento judicial, incoado por el Juzgado de Violencia contra la Infancia y la Adolescencia de la capital, busca esclarecer el origen del traumatismo craneoencefálico que presentaba el bebé al ser ingresado el día 11 en el complejo hospitalario. Para ello, ha solicitado el visionado de las cámaras de seguridad de un centro comercial del sur de la isla, donde la pareja se encontraba con su niña cuando empezó a convulsionar.

Este caso, adelantado en exclusiva por CANARIAS7, tuvo su punto de partida el pasado 17 de enero cuando el hospital Materno Infantil remitió un oficio al órgano judicial competente en esta materia en el que daba cuenta de la posible existencia de lesiones en la cabeza del bebé de Anabel Pantoja y David Rodríguez. De inmediato, el magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 3, Tomás Luis Martín Rodríguez, incoó el pasado día 20 unas diligencias previas y requirió al Instituto de Medicina Legal de Las Palmas (IML) para que examinara a la niña.

El peritaje médico forense lo llevaron a cabo de inmediato en el Materno Infantil los especialistas del IML y confirmaron que Alma sufría un importante traumatismo craneoencefálico, el cual provocó una hemorragia cerebral con estatus epiléptico.

Por este motivo, la autoridad judicial citó a los progenitores de la bebé, Anabel Pantoja y David Rodríguez, para que prestaran declaración en la Ciudad de la Justicia en calidad de investigados por la presunta comisión de un delito de maltrato infantil. La pareja, que nunca llegó a ser detenida, compareció el pasado 27 de enero asistidos por su abogado y ambos negaron haber sido los causantes de las lesiones craneales que sufría su hija.

Según publicó el medio Informalia, Anabel Pantoja y David Rodríguez declararon ante el juez que Alma, «iba adecuadamente sentada en su sillita de coche (...)» Sostiene que David «aparcó en doble fila y Anabel se bajó a comprar quedándose la niña con el padre sentada en su sillita. De repente», según su progenitor, «la bebé empezó con un llanto muy intenso y David se pasó a la parte trasera del coche para consolarla. La sacó de su asiento para cambiarle el pañal y se la puso en su regazo primero en decúbito prono y luego en decúbito supino para poder limpiarla y cambiarla».

Alma lloró de forma «más fuerte» y David empezó a «notar algo raro. Fue entonces cuando le dio unos golpecitos en la mejilla, la cambió de posición y le metió el dedo en la boca por si estuviera atragantada con la lengua, pero no se le pasó; así que decidió llamar a Anabel para contarle lo sucedido y marcharse los tres a la Clínica Roca. Desde allí fueron trasladados al Hospital Materno Infantil, dada la evidente gravedad de la situación».

Esta versión ofrecida por los padres chocó frontalmente con el resultado del informe forense que dictaminaba que la bebé había sufrido un importante traumatismo craneoencefálico, por lo que la autoridad judicial decidió proseguir la investigación y no archivar las actuaciones para determinar las causas y el mecanismo de producción de las lesiones.

Tras la declaración de los investigados, el Ministerio Fiscal no interesó la adopción de ninguna medida cautelar como la prisión provisional o la retirada de la custodia del bebé, por lo que el magistrado instructor determinó que ambos siguieran siendo investigados por el referido delito de maltrato infantil y, de forma paralela, se inhibió en favor de un juzgado del partido judicial de San Bartolomé de Tirajana que es donde residen los investigados y donde se cometió el supuesto delito.

Con carácter previo, la investigación se dirige ahora a determinar si las lesiones que sufrió la niña se debió a actos conscientes o bien ocurrieron de forma fortuita «en aras de proteger a ésta y considerando únicamente su interés superior», determinó el Tribunal Superior de Justicia de Canarias en un comunicado. Para ello, el juzgado ha solicitado las imágenes de las cámaras de seguridad de un centro comercial del sur de Gran Canaria donde estaba la pareja en el momento en el que Alma comenzó a convulsionar. Se trata del establecimiento al que los padres refirieron haber acudido con su hija para hacer unas compras.

Ahora será un órgano instructor de San Bartolomé de Tirajana el que prosiga con esta investigación judicial.