El amor sonríe de nuevo a Patricia Conde

Conde saltó a la fama con su trabajo de reportera en 'El Informal', convirtiéndose en un rostro imprescindible de la televisión nacional. Posteriormente, su sonrisa acompañó a los espectadores de La Sexta durante las sobremesas desde 2006 hasta 2011, con 'Sé lo que hicisteis'.

En el aspecto sentimental, también ha tenido sonados romances. Su primera pareja conocida fue el tenista Carlos Moyá con quien estuvo saliendo durante los años 2002 y 2003. Especialmente sonado fue su romance con el cantante Dani Martín, por entonces, vocalista de El canto del loco, con quien estuvo saliendo entre 2007 y el 2009. A pesar de su ruptura, siguen manteniendo una relación de amistad y prueba de ello es que el artista ha visitado su nuevo programa, un espacio lleno de humor y surrealista en el que Dani encajó a la perfección. Tanto que no dudó en bromear con Patricia: «Quería decirte algo. Es una chorrada. Tuvimos un hijo». Una afirmación que dejaba sin palabras a la presentadora y que formaba parte de las sorpresas de 'Alto Voltaje', el programa ficticio que se prepara en la redacción del proyecto que dirige la pucelana.

Sin embargo, no todo en torno a esta unión habría sido buen rollo. De hecho, el exmánager del grupo, Carlos Vázquez Moreno, conocido como Tibu, llegó a afirmar que Patricia Conde habría sido la Yoko Ono de la banda madrileña, o sea, la persona que rompió el grupo.

Tiempo después parecía que la modelo y presentadora daba con el que podría ser el hombre de su vida, el empresario mallorquín Carlos Seguí. Conde y Seguí vivieron una historia apasionada con boda en 2012, un hijo en común, Lucas, y un tormentoso divorcio apenas dos años después, en 2014. Una separación en la que además de declaraciones cruzadas, hubo una acusación de malos tratos psicológicos por parte de la presentadora, que pedía dos años y medio de prisión para su ex.

Ahora parece que han conseguido alcanzar la cordialidad por el bien del pequeño. Después de él vendría Ernesto Sevilla con quien las diferentes formas de entender la vida no le habrían dejado llegar a buen puerto. Ella, cuentan, era más tranquila y casera mientras él prefería planes de salidas y fiestas.