Alejandro Sanz recibe el título de Hijo Adoptivo de Cádiz

Sanz llegó a España a mitad de semana procedente de Miami en compañía de su familia. En tres días ha tenido tiempo de recorrer platós, presentar su nuevo disco y conceder varias entrevistas pero, quizás, los actos más emotivos se reservaban para su Cádiz natal, donde ha recogido este sábado el titulo de Hijo Adoptivo de manos del alcalde de la ciudad, José María González. Unas mil personas han abarrotado el Palacio de Congresos para dar la bienvenida al cantante de Alcalá de los Gazules.

Cabe recordar que el pasado mes de febrero se entregaron las distinciones de Hija Predilecta a Adela del Moral e Hijo Predilecto a Pedro Hidalgo, y el de Hijo Adoptivo a Michael Robinson, Pascual Saturio, Isidoro Cárdeno y Hugo Vaca. En ese momento Alejandro Sanz no pudo recoger su reconocimiento por motivos de agenda, por ello la entrega de su distinición se ha aplazado hasta este sábado.

La ceremonia ha sido una explosión de gaditanismo entorno a la figura de Alejandro Sanz. La Corporación municipal entró en el Palacio acompañada de los maceros y tomó asiento en la primera fila junto al resto de autoridades. A continuación, el cantante accedió al auditorio, acompañado del alcalde, Jose María González, por el pasillo central del patio de butacas, lo que permitió que el público lo saludara abiertamente. Su entrada ha sido triunfal. La puesta en escena ha estado muy medida. Así, el cantante ha estado sentado en mitad del escenario junto al alcalde y también junto al concejal de Presidencia, David Navarro, que hizo una semblanza histórica del cantante y recordó sus palabras de que «Cádiz es sentimiento y soy de Cádiz porque quiero serlo...».

Precisamente, el edil destacó en su discurso de presentación que el cantante era el mejor ejemplo de profeta en su tierra y todo un símbolo de Cádiz. El otro hijo Adoptivo de Cádiz, el futbolista Michael Robinson, asistió al acto de manera virtual a través de una pantalla en la que dedicó unas cálidas palabras a su ya «hermano de adopción» Alejandro Sanz.

El cantante ha puesto boca a bajo a la provincia en menos de 48 horas igual que esa A, de Alejandro, que aparece al revés en la portada de su nuevo disco, #ElDisco. Se trata de un homenaje iconográfico y tipográfico a las tradiciones que guardaba vinilo o el CD, ambos soportes amenazados de muerte y en peligro de extinción por el tsunami digital. Alejandro Sanz llegó, vio y triunfó. El público estaba entregado a una figura universal que ha vendido más de 25 millones de discos y ha sido galardonado con 23 premios Grammy a lo largo de su carrera musical. La plaza de Sevilla era una fiesta a media mañana. Lo mejor del acto estaba por llegar.

El guión recogía varias sorpresas. La primera de ellas vino de la mano de su gran amigo José Braza, el Sheriff, que no quiso estrar presente con su chirigota y un pasadoble dedicado a Alejandro Sanz por «ser tan gaditano».

El nuevo disco del autor de 'Corazón partío' salió a la venta el pasado 5 de abril y la imagen del gaditano en su portada guarda cierta relación con los carteles alegóricos de la Semana Santa, donde el cantante aparece con las manos abiertas teñidas de rojo y goteando como la cera sobre el suelo, mientras se dibuja en el fondo blanco la sombra de sus brazos. La música que guarda este nuevo trabajo es una fusión de runba y son, de mestizaje y de compás entre Cuba, Miami y Cádiz. 'Mi persona favorita', uno de los títulos estrella del disco, es un sentido homenaje al abrazo y al tiempo compartido con las personas que quieres, donde la cantante y compositora cubana Camila Cabello juega a atraparte junto a Alejandro Sanz.

Otro de los momentos más emotivos del acto lo marcó la presencia en el escenario del comparsista y autor Antonio Martín, que desgranó las vivencias con Alejandro Sanz. las vueltas que da la vida, dijo el coplero, «cuando llevaba a mi hija a los conciertos de Alejandro». Pero ese joven que despuntaba era «divino y humano».

La cara es el espejo del ama y Alejandro Sanz disfrutó entre los suyos. A sus 50 años está en buena forma física y se nota que ha recuperado fuerza. Lleva el pelo más corto que en otras ocasiones y la cara de gamberro se abre paso a un semblante más sereno gracias a las canas. Es padre de cuatro hijos (Manuela, Dylan, Alexander y Alma) y está casado desde 2012 con Raquel Perera. Vive a caballo entre Miami y España, pero este fin de semana pasea por los rincones de su infancia.

Este madrileño de nacimiento, pero gaditano hasta la médula está enganchado a la provincia desde la otra orilla del Atlántico. Su cuenta de twitter, con 19,5 millones de seguidores, es uno de sus altavoces para para seguir y alabar el Carnaval o para homenjear a su madre el Día de la Felicidad, el 20 de marzo.

Precisamente de todos esos recuerdos se encargó de rememorar la Niña Pastori cuando apareció por el escenario del Palacio a los sones de «Cai», la canción que compuso Alejandro Sanz para llevar siempre a su tierra en el corazón.

Tras esta ola de gaditanismo, el cantante tomó la palabra y recordó uno de los mensajes que ha recibido recientemente felicitándole por este título. Se trataba del texto que le envió el hijo de Paco de Lucía: «Ya puedes morir tranquilo». Alejandro Sanz reconoció que después de este momento, «Cádiz es mi madre y la amo con tanta verdad que me duelo el pecho».

En los últimos tiempos, el madrileño ha destacado también por su activismo político y social. Junto al colombiano Juanes y el puertorriqueño Luis Fonsi lanzó un llamamiento a los venezolanos a 'resistir' contra Nicolás Maduro, quien, consideran, oprime a sus ciudadanos. Tampoco quiso dejar pasar la oportunidad de apoyar el pasado #8M maquillándose un ojo y felicitando a las mujeres en su día. Toda una declaración de intenciones que no tardó en hacerse viral.

El acto lo cerró el alcalde de Cádiz repasando la historia y la calidad humana del nuevo Hijo Adoptivo de la capital.

Alejandro Sanz ha llevado el nombre de Cádiz y muchas de sus tradiciones por todo el mundo, demostrando ser un gran aficionado y embajador del Carnaval de Cádiz, del que fue pregonero en el año 2005.