A golpe de pestaña

Duran entre tres y cuatro semanas, lo que tardan las pestañas naturales en renovarse -lo mismo que ocurre con las manicuras permanentes-, pudiendo prolongarse con retoques cada dos o tres semanas. La forma del ojo, la edad, la rutina diaria y los gustos personales se tienen en cuenta para ofrecer el resultado deseado a cada mujer, aquel que devuelva la belleza natural de su mirada o la aumente.

Uno de los centros de referencia en España desde el año 2007 es Lovely Lashes. Su fundadora, Patricia Chávez, triunfa con un método de colocación 'pestaña a pestaña' para conseguir imitar, mejorar y extender las naturales gracias a un adhesivo hipo-alergénico que no deja pegotes, color ni grumos. Podemos elegir entre pestañas sintéticas de fibra de seda, con un brillo muy natural, o de visón siberiano, una opción mucho más cara. Éstas últimas al ser de pelo natural 100% aguantan más los estragos del tiempo estival. También te ofrecen la opción de poner matices de color o, incluso, cristales de Swarovski.

Sus expertos nos aconsejarán sobre lo que más nos conviene en cuanto a curvatura, cantidad y longitud. Existen tantas opciones como ideas tengamos. Chávez nos explica que "la ideal es la rizada con efecto máscara", para no tener que preocuparnos por el maquillaje. Destaca la opción para las mujeres que han sido sometidas a tratamientos de quimioterapia o radioterapia, cuyas pestañas suelen ser escasas y débiles. Para ellas, el centro ofrece unas pestañas con un espesor muy fino adaptado a sus necesidades.

Un tratamiento totalmente indoloro con el que poder lucir unas pestañas más llenas, largas y curvadas sin complicaciones. El éxito de su técnica ha conseguido crear una auténtica legión de seguidoras, entre las que se cuentan un nutrido grupo de 'celebrities'. ¿El coste? Desde 30 euros hasta 150.