El silencio de la campaña

1. Sin Pedro. Uno, que va acumulando ya unas cuantas campañas, apenas recuerda tanta presencia de líderes nacionales por La Rioja como en estas dos que se nos han sucedido. Hoy debería haber pasado por aquí el presidente en funciones, Pedro Sánchez, y el lunes el líder de la oposición in pectore, Pablo Casado. El primero ya sabemos que no vendrá, por culpa de la muerte de Pérez Rubalcaba. El segundo aún sigue anunciado, aunque alguna duda sobre horario y lugar aún persiste.

2. Cero mejor que tres. En las anteriores campañas electorales, el PP riojano funcionaba en modo apisonadora: si quieres mítines, te vas a jartar. Dos cada día, y los fines de semana, tres. El PP sin Sanz es otra cosa. Al menos más relajada en campaña: para este primer fin de semana, cero mítines. ¿Serán más de redes sociales? ¿Habrán optado por una campaña más silenciosa? ¿Querrán ahorrar en gasolina en lucha contra el cambio climático?

3. El que se moja. Albert Rivera se llevó sus palos por aquel silencio del debate televisivo. Pero también ha creado escuela. O igual Julio Reboso es un autodidacta. Sea como fuere, Reboso acaba de firmar nuestro spot favorito de la campaña, al menos a día de hoy. Es el candidato a alcalde de la localidad de Valverde (El Hierro) por la Agrupación Herreña Independiente. Y el spot (se puede ver en su twitter, @JuliorebosoE) es una oda a la simplicidad. En primer plano, Reboso mira a la cámara durante 30 segundos, con una cara que a uno le recuerda a la de los canes en la Protectora cuando pasa un adoptante. Tras los 30 segundos, sin mediar palabra, Reboso se da la vuelta, camina por una especie de paseo elevado sobre el mar, y salta al agua vestido. «Me mojo por un sueño», es el eslógan. Para qué más palabras.

3. El del caballito. El de Reboso es de lo más mejor que hemos visto hasta el momento, pero la cosa promete, y con tan sólo un día de campaña. Cómo olvidar, por ejemplo, a Antonio Alarcó, que también es canario. De Tenerife. Al hombre (ojo, catedrático, cirujano y senador) se le ocurrió ayer grabar un vídeo alegórico y poético, subido... a un caballito de juegos infantiles. Para no dejar de lado la infancia, dice mientras se balancea.

Ay, señor. Venga, 16.