La Semana Santa y la Operación Salida

Campaña sobre campaña ·
Día 5

Jorge Alacid

Logroño

Viernes, 12 de abril 2019, 19:52

Alguna razón llevaban esos candidatos de las derechas patrias cuando se alarmaron recién convocadas las elecciones del 28A y situaron su dedo sobre el calendario como Julio César señalaba las Galias en su mapa de cabecera: en esa fecha huele a derrota o a ... victoria, pero sobre todo desprende el aroma a infeliz coincidencia. Porque no se puede, o no se debería, simultanear la petición de voto con la petición del perdón de los pecados. Y no se puede hacer campaña con el pie en el estribo, a punto de tomar el coche para irse a Salou o donde quiera que huya el político español en estas fechas tan señaladas: con la Semana Santa no se debería jugar. Y tampoco con la Operación Salida.

Porque ambas empiezan a confluir temerariamente con la campaña en curso. Natural la advertencia que lanzan desde Málaga los cofrades que preparan estos días el traslado del Cristo de la Buena Muerte a hombros de La Legión, momento cumbre de esa triple celebración: la Semana Santa, la Operación Salida (saludos a los riojanos que se marchan al sol de La Malagueta) y la carrera hacia Moncloa. No quieren ver por allí compitiendo por la foto igualmente cumbre a Abascal, Rivera y Casado. Si acuden, que sea a título particular. Lo cual será lo que seguramente ocurra: irán a título particular, acompañados por supuesto por la cohorte de periodistas y personal de confianza con quienes recorren España. Y se tendrán su foto. Y pronunciarán declaraciones donde, velada o expresamente, harán ver cómo mágicamente coinciden sus personas por triplicado con el santo y seña de la Semana Santa. Legión incluida.

Nada detiene a un candidato en campaña. Y sobre todo en esa competición para ver cuál de los tres citados tiene la bandera más grande. Que les sorprenderá cuando hayan ejecutado su particular Operación Salida: enseñando la puerta a quienes pretendían ir en las listas municipales y autonómicas cuya confección se solapa con las elecciones generales y la Semana Santa. Algunos ya saben que han sido enviados al cuarto oscuro y están recogiendo sus cosas. Pero hay quien conserva una vaga esperanza de hallar cobijo en alguna candidatura y estos días no sabe a qué altar rezar para que se hagan realidad sus sueños. Porque su particular operación salida significará en algún caso su exclusión definitiva del ejercicio de la política. Adiós a la alcaldía con que fantaseaba, la concejalía que tanto ansiaba o el escaño autonómico por el que tanto suspiró. Un triste destino que por la caprichosa coincidencia del calendario, o por un macabro sentido del humor de Pedro Sánchez, ocurrirá entre el Lunes Santo y el Sábado Santo.

Que todavía puede ser de gloria para algunos. Los que más y mejor recen en Semana Santa.