Santiago Abascal (Vox), Yolanda Díaz (Sumar) y Pedro Sánchez (PSOE). REUTERS

Así han visto nuestros analistas a los tres candidatos en el debate

Diez analistas opinan sobre lo que ha dado de sí el debate entre Pedro Sánchez, Santiago Abascal y Yolanda Díaz

Miércoles, 19 de julio 2023

  1. Verónica Fumanal

    Rumores y cambio climático

La estrategia de los dos candidatos de la izquierda contra Vox desequilibró un debate dándole un protagonismo a la ultraderecha y poniendo en plan de igualdad el negacionismo climático. Pedro Sánchez y Yolanda Díaz fueron contra un negacionista elevando a nivel de categoría argumentos pseudocientíficos, ... creencias, supercherías y ponerlos al mismo nivel que consensos científicos y sociales internacionales. Una oportunidad perdida para que Alberto Núñez Feijóo y el PP fueran definidos por sus adversarios. Y un debate sin el candidato que lidera las encuestas no tiene la carga de la tensión política que es tan atractiva en un debate electoral.

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  1. Alberto Ayala

    Debate sobrio que debiera mover votos

TVE acogió el segundo gran debate de la campaña tras el embarrado cara a cara Sánchez- Feijóo que ganó este último. Ayer tocaba cita a cuatro entre los dos aspirantes a presidente y los dos que parecen llamados a ser sus socios. No hubo lugar porque Feijóo, con unas encuestas que le colocan muy cerca de Moncloa, se negó a acudir. Es decir, a arriesgar. Sánchez, Abascal y Díaz protagonizaron un encuentro sobrio, previsible, pero interesante. Los candidatos de la izquierda se mostraron tan cercanos como cabía esperar y contundentes ante su adversario común: el tándem PP-Vox. El líder ultra estuvo moderado en las formas, no en el fondo, para evitar más fugas de electores al PP. El debate merecería mover votos.

  1. Eva Silván

    Un debate a tres es una mesa coja

Una anomalía que quien está destinado a intentar conformar gobierno rechace explicar su proyecto de país a los ciudadanos y que evite contrastarlo con sus opositores políticos. El ausente más presente sobrevolaba por el estudio del debate a tres, su nombre en boca y mente de todos, dejó a un viajero 'extremado' sin acompañante y favoreció una competencia virtuosa entre dos que no disimularon sus afectos. Un debate a tres es una mesa coja. Díaz aprovechó la oportunidad para confrontar con un Abascal débil y torpe en su discurso, y para mostrarse contundente en sus argumentos y convincente en sus propuestas. Un debate sin pasión, con propuestas y con un Sánchez menos tensionado.

  1. Pablo Simón

    Desempeño pobre de Abascal

Algo curioso es que el ausente Nuñez Feijóo apenas apareció en el debate. Uno habría esperado que emergiera más, pero incluso en el bloque de pactos tuvo un protagonismo efímero. En el debate quedó claro que Santiago Abascal no doblegó al Gobierno de coalición y que su desempeño fue pobre. Lo que no sabemos es si esto apuntalará las fugas de Vox hacia el PP. Yolanda Díaz ha sabido aprovechar el debate para sacar la cabeza en este tramo de campaña, algo relevante cuando la mayor parte de indecisos están en la izquierda. Sánchez, en realidad, competía con su recuerdo del cara a cara. Sin duda en este formato se sintió mucho más cómodo y se hizo valer como el único presidenciable.

  1. Rosa Palo

    Pero, ¿queda algún indeciso?

El elefante Feijóo entró en la habitación y se situó junto a Abascal. Abascal y su amigo invisible frente a Sánchez, que colegueaba con Díaz («¿Verdad, Yolanda?», «Yolanda y yo») mientras ella se desmarcaba intentando quitarse la mano de Sánchez del hombro. Luego, los clásicos: Abascal y la sociedad apocalíptica y desintegrada; Sánchez, los logros conseguidos y las desgracias sufridas; Díaz, la más propositiva y viva, pero ignorada por Abascal hasta que lo interpelaba («No se ría de las mujeres»). Este era el debate final, el debate decisivo para la búsqueda del indeciso. Pero ¿queda alguno? El único que conozco es el que siempre duda entre pedirse una caña o un vermú.

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  1. Ignacio Marco-Gardoqui

    Sánchez y Díaz parecían del mismo partido

El debate a tres fue muy diferente. Tuvo otro tono. El presidente ha captado el mensaje anterior y trató de mostrarse empático. Utilizó un tono suave e interrumpió mucho menos. Se mostró cercano a Yolanda Díaz -que estuvo mucho más agresiva-, a quien alabó y agradeció su colaboración en varios temas y solo discrepó en vivienda y en la advertencia de que no aceptarán ampliación ninguna de la ampliación de la vida laboral. No sé si había pacto previo, pero desde luego lo que no hubo es agresión ninguna. Tan fue así que dudo mucho que una persona que no siga con detalle la política española entendiera que se presentan por partidos diferentes.

  1. César Calderón

    Monólogos precocinados y enlatados

Ayer no asistimos a un debate sino a algo que se parecía formalmente a un debate pero que en realidad no lo era, un triste remedo descafeinado del mismo en el que los tres candidatos se limitaron, con la honrosa excepción de Yolanda Díaz en algunos pasajes, a soltar monólogos precocinados y enlatados. Para que un debate funcione en televisión tiene que existir tensión y lo que vimos se parecía muy poco a esto. Un debate en el que la alargada sombra del ausente Alberto Núñez Feijóo ocupó por momentos más espacio que los tres candidatos y en el que Santiago Abascal se empeñó en no aprovechar la oportunidad que se le presentó a base de intervenciones alejadas del votante de centroderecha.

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  1. J.R. Alonso de la Torre

    El ausente era el protagonista

Fue un debate con fantasma. Importa lo que dijeron los participantes, pero importa más cómo afecta lo que se dijo a quien no participaba. El ausente era el protagonista y, tras 90 minutos sin demasiada bronca, la gran pregunta es si al candidato del PP le ha beneficiado no estar. Al principio, Yolanda intentaba que el fantasma de Feijóo se abrazara a Abascal, pero el de Vox se zafaba agarrándose al pin de Sánchez, «el mismo que llevan los del PP». En el fragor del debate, el fantasma del ausente se diluía, Abascal se convertía en referencia, Sánchez seguía sin alma -se la arrebató Feijóo- Yolanda destilaba pasión y mientras el ausente se quedaba sin pulso.

  1. Tonia Etxarri

    ¿Verdad Yolanda?

Sánchez y Díaz actuaron en tándem en su debate con Santiago Abascal. Los dos compiten en las urnas por ganar esa bolsa de votantes desmovilizados y decepcionados con la izquierda y con la gestión de este Gobierno. Pero tuvieron que hacer piña. «¿Verdad Yolanda?» o «Yolanda y yo» fueron las expresiones recurrentes del candidato socialista, más contenido que la semana pasada con Feijóo. Era una noria viciosa: Abascal interpelaba a Sánchez y terciaba la candidata de Sumar, que estaba pugnando por el tercer puesto del 'top' parlamentario para desplazar a un Abascal fiel a sí mismo. Un debate con menos impacto que el cara a cara. Al menos en su primera parte. Feijóo acertó al no ir.

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  1. Margarita Sáenz-Diez

    Un debate decisivo. Esta vez, sí

¿Habrá sido imprescindible el debate de este miércoles para decantar el resultado electoral? Pues sí. Nada más iniciarse, quedó claro que la ausencia de Feijóo favoreció el protagonismo de Pedro Sánchez y de Yolanda Díaz, mientras dejó al presidente de la extrema derecha en la soledad del desamparado, incapaz de ofrecer argumentos solventes. La brillantez de Yolanda Díaz y su solidaridad con lo conseguido por el actual Gobierno de coalición quedó fuera de toda duda. No habría que descartar que sus intervenciones hayan aumentado la medianía de los apoyos que hasta ahora han otorgado a Sumar muchas de las encuestas. Del lado contrario, precisamente la pobreza argumental demostrada por el representante de VOX podría convertirse en un factor decisivo a la hora de que los que todavía dudan sobre qué papeleta elegir el domingo opten por apoyar a Núñez Feijoó. Y a Pedro Sánchez, el cansancio por sus viajes le pasó factura.

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