'Tracking' diario: El PP gana en 43 de las 52 provincias con el bipartidismo fortalecido

Del rojo PSOE al azul PP en un profundo vuelco del mapa político español desde las generales celebradas el 10 de noviembre de 2019 y preludiado por las municipales de este 28 de mayo. Si Pedro Sánchez cimentó su victoria en las segundas legislativas de aquel año sobre un notable arraigo territorial, especialmente en los históricos graneros de voto de los socialistas en la mitad sur del país, Alberto Núñez Feijóo le da literalmente la vuelta al calcetín ante el 23-J, según la encuesta provincia a provincia elaborada por GAD3 para este periódico.

El PP emerge en el sondeo, este fin de semana inaugural de la campaña, como primera fuerza en 43 de las 52 circunscripciones en juego. Un triunfo arrollador que dejaría al PSOE la mayoría en apenas cinco: cuatro de ellas en lugares con competencia de los nacionalismos con los que Sánchez ha acordado para sostener su Gobierno –Barcelona, Tarragona, Álava y Navarra– a las que se suma Las Palmas.

El trabajo de campo de la empresa de Narciso Michavila, realizado entre el 29 de junio y este viernes 7 de julio con 3.500 encuestas, confirma cómo su antaño fortín en Andalucía se ha transformado en territorio hostil y cómo cae frente a su rival en Castilla-La Mancha, cuyo Gobierno autonómico logró retener el 28-M Emiliano García-Page, el barón más crítico con la gestión de Sánchez. Ese es un voto muy querido para Feijóo y los suyos, porque simbolizaría su capacidad para captar a socialistas que apoyaron a sus representantes locales en mayo pero no estarían tan dispuestos a conceder su papeleta al presidente del Gobierno en la cita con las urnas de dentro de dos semanas.

Pero con independencia de los desequilibrios entre PP y PSOE en la atribución de escaños, el bipartidismo saldría de este 23-J hegemónico de nuevo tras la travesía del desierto de una década por la irrupción de la llamada nueva política: según los datos del sondeo, las dos grandes fuerzas del país copan ya 23 provincias mano a mano, con otras dos –Cantabria y Ciudad Real– con opción de que el tirón de Feijóo deje fuera a Vox. Son doce más que en 2019, aunque este predominio no libere 'per se' ni a populares ni a socialistas de las servidumbres de sus pactos con otros.

Pese al apabullante tinte azul que cubre el mapa territorial, el PP necesitaría aún un arreón para rebasar con holgura los 150 escaños que le otorgarían margen para intentar gobernar sin Vox. Con Sumar cediendo escaños donde antes los cosechaba Unidas Podemos y sufriendo al caer a la cuarta plaza en las preferencias de los electores, lo que le penaliza en las circunscripciones pequeñas, la derecha radical se ve severamente erosionada por el voto útil hacia el PP.

Un desgaste que se deja notar, de acuerdo a la encuesta, allí donde ya comparten y han ensayado Gobierno –perdería cinco de sus seis escaños en Castilla y León, donde han menudeado las polémicas protagonizadas por los voxistas– y donde han sellado pactos con los populares -Comunidad Valenciana, Baleares o Extremadura- tras los comicios del 28 de mayo.

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