Teruel existe... y está en el Congreso

Su escaño huele a recompensa, que son ya veinte años de 'militancia' y reivindicaciones, de tocar puertas. Porque les hagan mejores carreteras, porque asignen a más guardias civiles a la provincia, porque llegue internet, «que al 45% del territorio ni llega ni hay previsión de que llegue en los próximos tres años, 'zona blanca' le llaman». En 1999 se constituyeron como plataforma ciudadana y se han reunido con Aznar, con Zapatero, con Rajoy y con Sánchez.

«Solo les pedimos lo que prometieron. Que en 2005 María Teresa Fernández de la Vega dijo que en 2010 estaría la A-68, una carretera para comunicar Zaragoza con el Bajo Aragón y lleva trece años aparcada. La otra autovía que reinvindicamos con urgencia es la A-40, la Madrid-Cuenca. La prometieron en tiempos de Aznar pero el tramo Cuenca-Teruel no lo han hecho aún. Fíjate que son 30 metros de ancho ¿eh? Pues no han sido capaz de buscarle hueco todavía», denuncia Joaquín Egea, técnico de electromedicina, candidato a senador y compañero de Tomás en esta cruzada. «No somos políticos, pero hemos decidido dar el salto por puro hastío. En una semana conseguimos 6.781 avales, seis veces más de lo que necesitábamos».

Cuando a Tomás le toque ir a Madrid irá en coche «porque solo hay un autobús al día y en tren hay que hacer trasbordo». Aún así son casi cuatro horas al volante para 300 kilómetros raspados. «Hay pueblos como Ladruñán que están completamente aislados. Si tiene que ir una ambulancia tarda una hora». Los turolenses, denuncian desde Teruel Existe, están «olvidados», lo que les ha convertido en emigrantes «forzosos». «En 1974 inauguraron aquí una ciudad escolar y el ministro de entonces dijo en la inauguración: 'Vosotros turolenses, que estáis destinados a emigrar para el florecimiento de las provincias colindantes... ¡Osea que ya nos habían escrito el destino!», se duele Guitarte.

Y da algunos datos: en Teruel hay 92 pueblos con menos de cien vecinos, la provincia ha perdido la mitad de sus habitantes en un siglo (ahora son 134.572), hay 38 municipios sin niños y en Miravete, por ejemplo, el vecino más joven ya ha cumplido los 56. «Somos referencia de la España vaciada y a este paso dentro de treinta años vamos a ser un desierto demográfico. Y eso conlleva muchos problemas, por ejemplo la inseguridad. Hace quince días detuvieron a una banda que había robado en dieciocho pueblos. Pero vas a poner una denunciar a la Guardia Civil y te encuentras con el cuartel cerrado porque solo trabajan de ocho a dos».

- ¿Qué le dicen en casa?

- Van a tener menos padre y menos marido, pero están felices. Era una oportunidad histórica.