Críticas a Feijóo en el aperitivo del debate a tres

Minutos después Díaz verbalizaba su «apoyo» a los trabajadores de RTVE y al mismo tiempo deseaba que «este sea el último debate en el que un candidato se oculte ante los medios de comunicación y no venga», un mensaje que media hora después repetiría el candidato del PSOE, Pedro Sánchez. Confiada, Díaz aseguró que venía a demostrar dos cosas. En primer lugar, «que vamos a ganar las elecciones y vamos a tener un gobierno de coalición progresista en el que Sumar tiene su propio perfil» y, en segundo lugar, «a dejar claro que las propuestas de la derecha son fruto del pasado».

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Quince minutos más tarde llegaba el candidato de Vox, Santiago Abascal. Lo hacía en la furgoneta negra con la que ha recorrido España durante la campaña y acompañado del secretario general de Vox, Ignacio Garriga, y de Manuel Mariscal, cabeza de lista de vox por Toledo al Congreso de los Diputados. El único representante de la derecha en el debate a tres, llegaba sin corbata, con chaqueta negra, camisa azul abierta y unos pantalones de color gris. Decía Abascal en el canutazo de RTVE que la de este miércoles «es una gigantesca oportunidad para hablar de lo que de verdad importa». Y es que, a su juicio, en esta campaña «se hablado mucho de pactos, de encuestas, que normalmente están orientadas a definir el voto en lugar de a predecirlo, y se ha hablado poco de las cosas importantes y de aquello que a los españoles les preocupa en sus casas». ¿Y cuáles son esas cosas que les preocupan a los españoles? Según Abascal, «los problemas del campo, la industria o la seguridad en los barrios». «Yo espero que en este debate podamos hacer que nuestro mensaje llegue de manera directa», deseaba el líder de Vox.

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Finalmente, a las 21.15 horas, llegaba Pedro Sánchez en un Renault negro, acompañado de Óscar López, Francesc Vallès y Ana Manzano, con quienes preparó el cara a cara con Alberto Núñez Feijóo, el gran ausente de la noche. De traje azul y corbata roja, Sánchez posaba ante los fotógrafos antes de responder a una pregunta de Marc Sala. El presidente del Gobierno agradeció a la televisión pública el debate: «Creo que los debates en democracia son fundamentales, por eso no puedo entender que haya un candidato que no venga a este debate, lo rechace y se esconda». Tras el tirón de orejas a Feijóo, quiso dejar claro que la campaña electoral va sobre los ciudadanos y sus problemas y sus demandas, y adelantó que en el debate haría balance de los cuatro años «dificiles y duros» por la pandemia y las consecuiencias económicas y sociales de la guerra. Pero también venía Sánchez a presentar un proyecto de futuro para los próximos cuatro años: «Espero que sea un debate de argumentos y propuestas. Evidentemente será intenso, pero vengo confiado y con el ánimo de poder repetir un gobierno de coalición progresista que creo que ha sido bueno para el país durante estos años».

A las 21.57 horas Sánchez entraba en el plató, estrechaba la mano de Santiago Abascal y daba un par de besos a Yolanda Díaz. Tras la foto junto al presentador del debate Xavier Fortes, Abascal, Díaz y Sánchez posaban por última vez y el plató cerraba sus puertas y los candidatos se colocaban detrás de sus atriles. El debate daba comienzo.