Los otros recuentos de las generales

Menos de un mes después, tras el escrutinio de las elecciones autonómicas, locales y europeas de finales de mayo, esa máxima se confirmó y los resultados acabaron por reforzar el bipartidismo en La Rioja: la suma de PSOE y PP ganaba entonces parte del terreno perdido cuatro años antes, recuperaba cerca de 10.000 votos que se había dejado por el camino y se consolidaba en un parlamento con cuatro fuerzas políticas.

Trasladar aquellos resultados (los del 28 de abril) al escenario regional habría alumbrado (al estilo andaluz y madrileño) un tripartito de derechas: los 9 escaños del PP, los 6 de Cs y los 3 de Vox habrían configurado una cómoda mayoría frente a los 11 del PSOE, ganador de aquellas elecciones, y los 4 de Unidas Podemos.

¿Y si se extrapolan los resultados de las elecciones de este domingo al Parlamento regional? Esto es, ¿y si se hace política ficción? Sobre todo ficción, ya que aunque no logró sillón en el antiguo convento de La Merced, el votante del PR+ (7.512 en las últimas autonómicas) ha tenido que buscar ahora una alternativa para el escenario nacional. Así, con ese asterisco como condicionante general, el tripartido de la derecha estaría también en condiciones de gobernar La Rioja con idéntico peso global: el PP tendría 12 escaños, Vox, 4 y Cs, 2. El bloque de la izquierda contaría con los 12 del PSOE y los 3 de Podemos-IU.

En La Rioja, este domingo, las elecciones las ganó el PSOE, sí, pero si el análisis se hace por bloques, la derecha ganó con comodidad. Como lo hizo también en las elecciones del pasado mes de abril. Eso sí, el margen de la victoria (en votos) se ha constreñido considerablemente.

En abril, la suma de Ciudadanos y PP con la extrema derecha de Vox acumuló 96.383 votos (53,30% del total de sufragios emitidos) frente a los 86.564 del pasado domingo (52,79%). En el otro lado del espectro ideológico, el agregado de PSOE y Podemos logró en abril 78.638 votos (43,49% del total) frente a los 73.311 del domingo (44,71%). Ciudadanos, en el lado de la derecha, que pierde la friolera de 20.597 votos en estos siete meses y Podemos, que se ha dejado 5.213, son los grandes responsables de esa evolución.

En todo caso, en el ámbito doméstico, la realidad es bastante diferente. En los comicios de mayo también ganó el bloque de la derecha, aunque con unos resultados bastante más ajustados: 79.046 votos frente a 73.912, una distancia mucho menor debido, sobre todo, a la realidad de Vox. Algunos de los electores riojanos compran su discurso radical para el conjunto del Estado pero no para aplicarlo en su casa. En mayo, el votante riojano rechazó la presencia de la ultraderecha en las instituciones regionales (logró 6.314 votos) cuando en las dos generales sumaron 16.255 (abril) y 18.772 (noviembre) votos, en ambos casos muy lejos de obtener un escaño en el Congreso.

La interpretación que de todos esos datos hace Concha Andreu, presidenta el Gobierno regional, apunta hacia una sociedad «moderada». «Un dato importante es que Vox no ha despegado y, afortunadamente, no ha obtenido representación. La sociedad riojana lleva muchos años con ese voto tradicional y de costumbre, quiere cambios, sí, pero poco a poco. Hemos mantenido un incremento que se ha consolidado, los bloques se han establilizado y nos ven como un gobierno que da estabilidad», interpreta.

Tras asistir en la mañana de este lunes a la reunión de la Ejecutiva Federal en Madrid, Andreu se mostraba satisfecha con los resultados electorales de su formación, tanto en La Rioja, «donde ganamos por tercera vez después de más de 25 años sin ganar y mantenemos el apoyo de abril», como en el conjunto del Estado -«perder tres escaños no es significativo tras la irrupción de Vox», decía- y, citando a Pedro Sánchez, auguraba «un gobierno estable para final de año».

Y todo, en un escenario que se antoja más complejo al de hace siete meses: «Tenemos que acostumbrarnos a esta pluralidad, debemos hablar y ahora es nuestra obligación llegar a acuerdos. Se van a alcanzar».

Con escaso espacio para la autocrítica, «se convocaron elecciones porque era imposible conformar un gobierno estable, no para ganar más diputados», aseguraba, Andreu abogaba por analizar los motivos del ascenso de Vox y minimizaba el riesgo de su presencia en el Parlamento: «No nos da miedo porque les vamos a frenar con políticas en las que la libertad estará por encima de todo».

El PP escuchará lo que Sánchez explique «que quiere hacer» pues es él «quien tiene en su tejado la pelota», advierte la vicesecretaria general de Política Social del PP y congresista por La Rioja.

- Y ¿ahora qué? ¿Qué va a hacer el PP en este escenario?

- Evidentemente la situación es mucho más compleja que la surgida de las urnas en abril. Sánchez, que fue quien convocó este plebiscito para reforzarse, ha fracasado porque ha perdido 700.000 votos y una cifra notable de escaños. Convocar elecciones no fue una buena idea para el PSOE ni para España porque el Parlamento nacional se ha radicalizado: ha entrado la CUP y EH Bildu podrá tener grupo propio. Dicho lo cual, la pelota está en el tejado de Sánchez. Es él quien tiene que dar el paso y explicar qué propone y qué va a hacer. Y, a partir de ahí, veremos. Lo que está claro es que el PSOE ha obtenido un peor resultado y que España no ha ganado porque el escenario todavía es más complejo.

- ¿El PP se abstendría si Sánchez no fuese el candidato socialista a la presidencia del Gobierno?

- Somos un partido serio y no hacemos elucubraciones. Tiene que ser Sánchez el que explique a los españoles cómo va a gestionar este desenlace al que nos ha abocado. Nosotros hemos tenido un resultado que nos afianza, con un crecimiento muy importante en muy pocos meses, y los ciudadanos nos confían ser la alternativa del centro-derecha. Ese es el papel que nos han otorgado y lo ejerceremos desde la oposición con rigor y solvencia.

- No está descartando una negociación. Pero, ¿cómo hacerlo con la presión que ejerce un Vox crecido a su derecha?

- La vicepresidenta en funciones ya ha dicho que no cuentan con nosotros. Unidas Podemos ha planteado una coalición y el propio Pedro Sánchez, en la misma noche electoral, aseguró que sí o sí había que ir a un Gobierno progresista. Nosotros escucharemos las propuestas, pero lo que tenemos claro es lo que han decidido los españoles en las urnas: que somos el partido de centro-derecha de este país y la única alternativa al PSOE. Eso lo demuestran el número de votos, de escaños y el incremento del porcentaje de apoyos que hemos registrado. Somos un proyecto que ha demostrado suficiente fuerza con nuestras políticas, valores y proyecto, que generan riqueza y bienestar.

- Albert Rivera ha dimitido. ¿En qué se equivocó?

- Ciudadanos tendrá que analizarlo. Es un partido con el que el PP ha llegado a acuerdos para garantizar la estabilidad, como el alcanzado la pasada legislatura en el Gobierno de La Rioja, y creo que es importante reconocérselo. En cuanto a en qué se ha equivocado, el error fue no haber pactado con el Partido Popular, desechando la plataforma 'España suma' que le propusimos desde la responsabilidad y el sentido de servicio al país.

- ¿Cuál es su lectura reposada del 10-N en La Rioja?

- Que hemos recuperado nuestro espacio, Vox crece en La Rioja, sí, pero de forma nada excepcional, y que nuestro objetivo sigue siendo superar y ganar al PSOE, porque es el lugar que nos corresponde.