El PSOE cree que los pactos PP-Vox han servido de torniquete frente a la fuga de voto a Feijóo

De acuerdo con el barómetro del CIS correspondiente al mes de junio, y publicado el pasado día 16, el trasvase del PSOE al PP venía rondando el 7% (lo que equivaldría a unos 475.000 votos). En Ferraz sostienen que, pese al habitual efecto 'carro ganador', la sangría no ha ido, al menos, a más y que, en paralelo, se está detectando un aumento de movilización del electorado progresista; lo suficiente como para haber decidido poner el dedo en la llaga de una situación que se ha convertido en incómoda para el líder de la oposición.

La idea inicial de los socialistas era focalizarse en neutralizar el 'antisanchismo' con una ofensiva pedagógica tanto de sus decisiones más controvertidas (Sánchez se ampara en que no corrigió antes la ley del 'solo sí es sí' por preservar la estabilidad del Gobierno; vincula el retroceso del independentismo a los indultos del 'procés' o reduce a acuerdos puntuales sobre leyes sociales los lazos con Bildu), como de su política económica. Y así seguirá siendo.

El jefe del Ejecutivo estuvo el domingo en 'Lo de Évole', en La Sexta: en la noche del lunes en la Ser; este martes irá a 'El hormiguero', en Antena 3 y, pendiente de cerrar, el miércoles se dejará entrevistar en 'El programa de Ana Rosa' para apuntalar esa estrategia. Pero dada la dimensión de algunos de los acuerdos ya cerrados por el PP, el peso de Vox ha aumentado en el argumentario que manejan él y sus ministros.

La vicepresidenta Nadia Calviño, a la que Sánchez ha elegido como tándem informal para el 23-J (informal porque no va en las listas pero se presupone que repetirá en el cargo en caso de victoria), reivindicó este lunes en RNE su gestión y aseguró que España está en condiciones de dar el salto al «pleno empleo efectivo» en la próxima legislatura. Pero también aprovechó el cambio de tono de la baronesa extremeña del PP, María Guardiola –que la semana pasada apeló a la homofobia, transfobia, xenofobia y banalización de la violencia machista por parte de la ultraderecha como elementos que justifica su negativa a un Gobierno de coalición– para acusar a los populares de haber entrado en el «chalaneo» de «sillas por derechos».

También la ministra de Educación y portavoz de la ejecutiva de partido, Pilar Alegría, ironizó con lo poco que ha durado a Guardiola su «arenga» a lo «Agustina de Aragón». «Abascal le ha sacado los dientes, se ha guardado los principios ¡Y a negociar lo que haga falta!», dijo.

Alegría sacó punta además al perfil de las personas de Vox elegidas para presidir los Parlamentos de Baleares, Gabriel Le Senne; Aragón, Marta Fernández, o la Comunidad Valenciana, Llanos Masó. Todos ellos tienen en su haber pronunciamientos controvertidos sobre la violencia machista, las mujeres o el aborto, entre otros asuntos sensibles, además de formar parte de un partido que reniega del Estado de las Autonomías. Alegría advirtió de que su designación no es inocua. «Estamos hablando –subrayó– de personas puestas al frente de la segunda institución de sus comunidades».