¿Y si persiste el bloqueo?

Pedro Sánchez sigue empeñado en que el PP se abstenga gratis para dejarle gobernar, algo que Pablo Casado descarta de antemano. Y Pablo Iglesias se mantiene en sus trece: o Gobierno de coalición, y con él como vicepresidente, o nada de nada. Peor aún. La caída que pronostican todos los sondeos para Albert Rivera impedirá que, como sí sucedió en el mes de abril, liberales y socialistas sumen mayoría absoluta en el Congreso, lo que podría suponer una válvula de escape. Y, por último, está Esquerra, que en verano se decantó por favorecer la investidura de Sánchez con una abstención. Nada apunta a que tras la sentencia del 'procés' los republicanos vayan a mantener la misma posición. «Con este PSOE no solo no tenemos nada que hablar, sino que nos tendrá delante», zanjó el pasado miércoles Oriol Junqueras, condenado por el Supremo a 13 años de prisión. Con todos estos ingredientes, España parece seguir el inaudito camino de Israel. El país de Oriente Próximo va camino de sus terceras elecciones en menos de un año ante la incapacidad de los bloques de izquierda y derecha para ponerse de acuerdo.

El Gobierno socialista puede seguir muchos meses en funciones, pero el mundo sigue girando. El polvorín catalán parece lejos de sofocarse, una nueva crisis económica llama a las puertas mientras el desempleo crece, el 'bréxit', aunque aplazado a enero, sigue siendo un reto mayúsculo sin resolver, los Presupuestos de 2018 de Mariano Rajoy siguen prorrogados, la financiación territorial...

Han surgido durante la campaña algunas propuestas para romper el bloqueo. La de Sánchez pasa por una reforma legal para que gobierne la lista más votada, que, por otro lado, salvo sorpresa será la suya. Sería un modelo de investidura similar al de Asturias y País Vasco. Y también es lo que propuso en su día Rajoy cuando el PP era la primera fuerza nacional y lo que el PSOE rechazó. El presidente en funciones no encontrará apoyos para sacar adelante esta iniciativa. «No sé si es muy elegante intentar cambiar las reglas de juego cuando parece que la coyuntura te puede beneficiar a ti», valoro Iglesias al escuchar la propuesta.

La idea más original hasta el momento es la de Íñigo Errejón. El candidato de Más País aboga porque «desde que se conforme el Congreso los salarios y las retribuciones de los diputados estén congelados hasta que se forme Gobierno». El siguiente paso tal vez tenga que ser encerrarlos en el hemiciclo de la Cámara baja. Funcionó en el siglo XIII.Tras casi tres años de discusiones para elegir un nuevo Papa, se confinó a los cardenales con tan solo pan y agua e, incluso, se les retiró el techo que les cobijaba. No tardaron demasiado en elegir a Gregorio X.