Díaz y Podemos apuran el acuerdo del 23-J: «Juntos o muerte»

El nuevo portavoz de campaña de Sumar, Ernest Urtasun, trataba este miércoles de rebajar el nerviosismo al asegurar que «el acuerdo está cerca» y que «no se esperará hasta el último momento para formalizarlo». «Las cosas van bien, es un puzle complejo pero las conversaciones avanzan», apuntó este miércoles el antiguo representante de Catalunya en Comú, cuya incorporación al proyecto de Díaz esta semana se ha sumado a la de Pablo Bustinduy, exdiputado de Podemos. El objetivo de los de Díaz pasa por cerrar un acuerdo antes de este viernes para no forzar un nuevo pacto sobre la bocina que traslade una imagen de la división, como sucedió en las elecciones andaluzas del pasado año.

Pero el mensaje de Sumar es diametralmente opuesto al de la formación morada. El portavoz parlamentario, Pablo Echenique, subrayó este miércoles que las negociaciones «van muy tarde», mientras que la propia secretaria general del partido, Ione Belarra, incidía en que Podemos «ha trabajado por la unidad en todo momento». Tanto la propia Belarra como Irene Montero, ministra de Igualdad -ambas llevan días alejadas del foco mediático- son dos de los nombres que más parecen haber alejado las posturas en esta semana decisiva.

Pablo Iglesias reapareció este lunes para denunciar los vetos que, exlíder de los morados, los aliados de Díaz en la Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana y Cataluña están llevando a cabo con la número dos de Podemos. Urtasun, al igual que las formaciones aludidas por Iglesias -Compromís, Más País y Cataluña en Comú-, volvían a negar este miércoles la mayor y se afaban en negar que lo relativo a los nombres esté encima de la mesa.

Pero la realidad es que, precisamente, lo que ahora están discutiendo estas fuerzas sí tiene que ver con las listas, sus integrantes y los puestos en las mismas. Y la figura de Montero -que este miércoles recibió un nuevo varapalo por el aval del Supremo a las rebajas de la ley del 'solo sí es sí'- sí ha sido discutida en público por algunos de los implicados: el número dos de Más Madrid, Félix Rodríguez Rey, publicaba un tuit este martes asegurando que Montero y Belarra son las ministras peor valoradas y que no deberían formar parte de las listas.

Además, fuentes internas de los morados identifican la lista que se debe escoger para Madrid como uno de los principales escollos. En los comicios de 2019 los cinco representantes del partido que cosecharon un asiento en el Congreso fueron Iglesias; Montero; Enrique Santiago, líder del PCE; Gloria Elizo Serrano; y Rafael Mayoral. Ahora, si se trasladara ese mismo cálculo a las nuevas listas, los aspirantes se amplían al contarse con más formaciones -Díaz está llamada a encabezar la plancha, en la que también se reivindica Íñigo Errejón, líder de Más País- y que la vicepresidenta quiere incorporar a independientes.

Las conversaciones entre el jefe de gabinete de Díaz y la quincena de partidos avanzan a diferentes velocidades, pero el riesgo de que no se produzca un acuerdo que englobe a todas las fuerzas a la izquierda del PSOE empieza a ser real. Muchos de estos partidos, además, pretenden ratificar ante sus bases el acuerdo antes de este viernes -por lo que deberían hacerlo a lo largo del día de este jueves-.

A apenas 48 horas de que se cumpla el plazo, la mayor incógnita de la negociación es la misma que cuando arrancaron las conversaciones: Podemos. Los morados, con más peso aún que el resto de fuerzas de las que pretende nutrirse Díaz, son los únicos que aún no comprometen un acuerdo. Aunque las fuentes consultadas recalcan a este periódico que no se plantean mantener una marca propia de cara al adelanto electoral, lo que haría poco menos que imposible reeditar el actual Ejecutivo de coalición. «Juntos o muerte», resumen.