Repaso a las decenas de municipios que votan distinto en las locales y en las generales

El pasado domingo tocaba votar para elegir diputados y senadores, que darán forma (o no) a un Gobierno para España. Pero hace solo dos meses fue el turno de escoger concejales y alcaldes. Y tratando de seguir la enrevesada retórica de Rajoy, se percibe claramente que los vecinos eligen al alcalde por su cara, por su cercanía y por su trabajo. Y que las siglas y la ideología son cosas que dejan para comicios como los del 23 de julio.

Porque, más allá de circunstancias políticas puntuales, decenas de municipios riojanos han demostrado su compromiso con personas por encima de partidos. Y nadie les pueda acusar de cambiar de chaqueta, sino de apostar por el que creen que mejor les va a defender en sus consistorios o en la Carrera de San Jerónimo. En localidades donde el 28M ganaron candidatos socialistas, en las generales ha vencido el PP (casos de Almarza, Arnedo, Badarán, Baños de Rioja, Brieva, Corera, Enciso, Galbárruli, Hornos, Mansilla, Murillo, Ojacastro, Ribafrecha, Sorzano, Torrecilla, Uruñuela, Valgañón o Ventosa). Y también, al revés, hay pueblos en el que los populares pasan de ser primera fuerza en las municipales a segunda en las generales (Anguciana, Arrúbal, Daroca, Leza, Ojacastro, Pedroso, Tobía o Viguera).

«Me siento orgulloso de que me voten vecinos que son socialistas», explica Román Urrecho, alcalde de Cuzcurrita, que recibió 194 apoyos el pasado 28M, mientras que su partido, el PP, se ha quedado ahora en 135 (mismo número de votos que los socialistas). «La labor que hacemos en los pueblos no tiene nada que ver con la gran política», recalca.

También con un punto de orgullo vive el alcalde de Badarán, Francisco Ibáñez (PSOE), saber que sus vecinos eligen con el corazón. «Agradezco que se vote a la persona. La cercanía hace que no se mire el partido», resalta el regidor que en mayo cosechó 231 votos, que ahora se han quedado en 133 (22 por debajo de los logrados por el PP). «Siempre han dicho que Badarán era de derechas», bromea.

Otro veterano, el alcalde de Aldeanueva de Ebro, Ángel Fernández (PSOE), repite la palabra «orgullo» para definir el apoyo de los aldeanos, aunque también reconoce «un poquito de rabia» porque no mantengan el voto al PSOE que es «el que ha logrado los grandes avances para el país». «Pero la gente es madura democráticamente y sabe lo que quiere. Todos ayudamos a nuestro partido, pero es cierto que esta campaña se ha vivido con otra intensidad, ha sido un poco descafeinada», señala Fernández, que obtuvo 705 votos hace dos meses, convertidos ahora en 483 para el PSOE, mientras los populares han pasado de 631 a 689.

Santiago Castroviejo, primer edil de Tobía, es otro de los que ha vivido un 'vuelco'. Logró 22 papeletas el 28M, mientras que el PSOE sumó dos votos. Ahora se ha quedado en nueve y los socialistas en dieciséis:«En las municipales se apoya un proyecto y en las generales se mantiene el voto de toda la vida».

Son ejemplos de una realidad que engrandece la política pequeña, la que sobrepasa los eslóganes y las siglas.