Ander Azpiroz
Martes, 25 de julio 2023, 15:23
Esquerra y aún más especialmente Junts lo tienen claro: o Sánchez accede a sus demandas y ofrece concesiones o habrá una repetición electoral. La apuesta de máximos de las fuerzas independentistas es clara, aún cuando un regreso a las urnas podría suponer una mayoría de ... PP y Vox que, en palabras de Santiago Abascal, «aumentaría la tensión en Cataluña».
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Tanto ERC como la formación de Carles Puigdemont son conscientes de «tener la sartén por el mango», según resumió este martes la portavoz de la Generalitat, Patricia Plaja. El caso es cómo cada fuerza quiera blandir esta sartén contra el PSOE. Desde Esquerra no se ha puesto sobre la mesa un referéndum de autodeterminación que, por mucho que se exija, es inviable al no caber en la Constitución. Sí se reclaman nuevas cesiones de competencias, como las de los trenes de cercanías en Cataluña. «Sería muy extraño que Pedro Sánchez no tuviese la valentía de mover ficha y dar pasos adelante y escuchar a los partidos que tienen la llave de la actual situación, si quiere repetir como presidente. El inmovilismo no le llevará hacia la Moncloa«, advirtió Plaja.
Junts va mucho más allá de lo contemplado en la Carta Magna. Este martes su presidenta, Laura Borràs, zanjó que no se rebajarán las exigencias, que pasan por una amnistía a los procesados por el procés y el referéndum vinculante de independencia. La formación de Carles Puigdemont es sin duda el hueso más duro de roer para Pedro Sánchez, quien aún logrando la investidura tendría que lidiar votación tras votación en el sector más intransigente del independentismo catalán. Y todo ello con la justicia esperando un resquicio para repatriar a Puigdemont a España y juzgarlo por malversación, un delito que podría acarrearle seis años de prisión. Ante la paradoja de una repetición electoral que podría llevar a PP y Vox al Gobierno Junts responde que «votar en contra de Sánchez no es lo mismo que hacerlo a favor de Feijóo». «Hemos venido a conseguirlo todo. Haríamos mal en empezar una negociación rebajando nada. Nuestros puntos han estado muy claros desde el principio», zanjó Borràs frente a unas posibles negociaciones con el PSOE o con Sumar. Este último partido ya ha designado a su exdiputado Jaume Asens como interlocutor con Puigdemont.
Tanto Esquerra como Junts tratan de marcar perfil propio ante el Gobierno central ante las elecciones autonómicas de 2025, en las que una vez más dirimirán cuál es la primera fuerza del independentismo y, si los números dan, quién será el próximo presidente de la Generalitat. Ambas fuerzas rompieron su Ejecutivo de coalición hace dos años y desde entonces ERC gobierna en solitario y con apoyos puntuales del PSC, la fuerza más votada en los últimos comicios regionales.
Pese a las diferencias de cómo avanzar en el proceso de independencia, ambas fuerzas están condenadas a entenderse en Madrid, al menos durante el tiempo que transcurra la legislatura surgida de las urnas el 23-J. Ninguno de los dos partidos secesionistas presenta los requisitos para formar un grupo parlamentario propio en el Congreso, lo que se traduce tanto en una reducción del tiempo que sus portavoces pueden hacer uso desde la tribuna como en una disminución de ingresos Parte de la solución pasa porque ambas formaciones unan sus 14 diputados y sumen otro más, que podría ser el del BNG, para conformar su grupo. Esta idea concuerda con las propuestas que tanto ERC como Junts se han lanzado para hacer un frente común en Madrid.
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