«Me gustarían las bodas de oro de alcalde»

Después de parar el reloj en los últimos comicios en menos de dos minutos, la carrera por ser el pueblo más rápido de España en votar estaba en juego. Llegaban noticias de que una localidad de Extremadura quería arrebatárselo. Pero los villarroyanos estaban entrenados, tenían ya experiencia en jugar contra el reloj y, sobre todo, unidos como equipo. Suenan las 9 de la mañana. «Votamos en 47 segundos», sonríe Salvador Pérez, su alcalde desde hace 46 años.

Ese trabajo como equipo tenía un apoyo: los seis electores estaban una hora antes ya en el colegio organizados para votar pues, o bien eran presidente y vocales titulares, o bien eran sus tres suplentes. Como ya habían dado sus datos a la secretaria, el trabajo estaba adelantado. En la espera, como es habitual, café, chocolate y pastas. Y también entrevistas, el relato de anécdotas de un municipio que desde esta singularidad abandera el ejemplo de las necesidades de la España vaciada y reivindicada.

Se acercaban las 9 de la mañana. Se alimentaban los nervios. Tocaba votar. Y Villarroya volvía a ser noticia en toda España: el primer municipio en terminar de votar. «Nosotros no llamamos a nadie para que venga... ¡al revés! Me habían llamado desde hace días todos los medios... Ésta ha sido la vez que más hemos tenido -describe su alcalde-. Nunca hemos llamado a nadie, pero como llevamos varios años siendo los primeros, cada vez vienen más».

Con el récord reducido a menos de un minuto, los de Villarroya ya tienen puesta la mirada en las elecciones del 26 de mayo. «Si podemos, haremos lo mismo, pero esa vez lo vamos a tener más complicado e igual nos cuesta algo más porque hay una urna más para votar: las municipales, las autonómicas y las europeas -plantea Pérez- Eso sí, nos costará poco igualmente e intentaremos ser los primeros del país». Además, contarán con dos electores más en el censo y otra candidatura, la del Partido Socialista con Jesús García Gómez en la papeleta.

Alcalde de Villarroya desde hace 46 años, seis durante la dictadura y los 40 de esta etapa de democracia en la que es el único habitante diario de la villa, el anhelo de Salvador Pérez es seguir ejerciendo. «Tengo la competencia de un socialista que no conocemos pero que se ha presentado... pero me gustaría hacer las bodas de oro como alcalde», sonreía este lunes.