Feijóo sale a ganar el debate y arrincona a un Sánchez a la defensiva
Elecciones 23-J ·
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El líder del PP cambia el paso al ir al ataque contra el presidente en un duelo de alto voltaje en el que se zahieren por los pactos con Bildu y VoxPedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo libraron anoche un debate eléctrico, vibrante, durísimo en la confrontación de argumentos, de tan alto voltaje retórico y político que evidenció que ambos se lo juegan todo en la cita con las urnas del 23 de julio. Y todo ... es todo, porque salvo que el escrutinio en las generales de dentro de trece días arroje un país absolutamente ingobernable, solo podrá quedar uno de los dos en pie: el líder del PP ya ha anticipado que se irá si no consigue el triunfo que le auguran las encuestas y una eventual «derogación del 'sanchismo'» abriría una crisis de liderazgo en las filas socialistas. Ambos -dos estilos, la misma voluntad de poder- sabían que su duelo al sol en Atresmedia, el único que celebrarán esta campaña, podía hacer cundir la esperanza en la remontada que pretende alentar Sánchez o asentar la estrategia de Feijóo que viene a decir: 'Voy a ganar, la duda es con cuánto margen me dejará el electorado'. Lo sorprendente fue que quien se presumía que iba a afrontar el reto amarrando su imagen de vencedor 'in pectore' salió al ataque arrinconando durante buena parte de la intensísima discusión a un Sánchez incómodamente a la defensiva que puede que acabe agradeciendo que su rival se haya negado a mantener algún cara a cara más de aquí al 23-J.
Nada ejemplificó tan gráficamente que el candidato del PP a la Moncloa se echaba a la arena de Atresmedia dispuesto a no dejarse arrugar por Sánchez -encerrado todo el fin de semana para preparar el debate- y a intentar afianzar la sensación ambiental de que va a ganar dentro de dos domingos como la alusión al aniversario del secuestro -ayer- y del asesinato de Miguel Ángel Blanco para hurgar en el talón de Aquiles del presidente: sus pactos con Bildu y, por extensión, con el independentismo catalán que desafió al Estado constitucional. Feijóo recordó el crimen de ETA que echó a millones de ciudadanos a la calle para espetarle a Sánchez que no le dé «lecciones» por los acuerdos que ha cerrado su partido con Vox en la Comunidad Valenciana, Baleares y Extremadura tras el 28-M. A diferencia de lo ocurrido en los prolegómenos de la campaña, cuando el presidente de los populares padeció por las turbulencias de la crisis extremeña, anoche se sentó ante Sánchez pudiéndole acusar de haber hecho causa común, primero en Cantabria y ayer en Murcia con Vox, al votar en contra de los candidatos de Génova.
«Ha pasado del 'Superglue' al 'SuperVox' para unir España», le devolvió el presidente. Sánchez reprochó a su rival, para zaherirle, la utilización por algunos de los suyos del lema 'Que te vote Txapote', rechazado por víctimas como Consuelo Ordóñez, y le recitó, uno a uno, los mensajes «machistas», «negacionistas» de las vacunas y contrarios a los derechos LGTBI lanzados por cargos del partido de Abascal. Fue el pasaje del debate en el que el candidato a la reelección se mostró más entero, después de que su contrincante le impidiera colocar su discurso previamente en su choque total sobre la situación económica y las políticas de igualdad.
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Ni Feijóo descartó que no tenga que sentar a Vox en el Consejo de Ministros en el supuesto de que no le alcancen los escaños para gobernar en solitario tras el 23-J ni Sánchez pudo comprometerse a que no reeditará sus acuerdos con Bildu y ERC si los necesitara. Pero el líder del PP sí incidió en que permitirá al PSOE liderar la Moncloa, en caso de que los socialistas ganen las elecciones, para que no dependan de socios espinosos.
Los pactos terminaron copando un toma y daca que se calentó casi desde el minuto uno, cuando Sánchez quiso hacer bandera de los logros económicos de su Gobierno -«dos millones de empleos creados», la contención de la inflación y medidas sociales como la subida del Salario Mínimo- y Feijóo se afanó, dato contra dato, en desmontar la visión benéfica del presidente sobre la coyuntura en los hogares del país. «Lo que usted define como ir como una moto», atacó, es que las familias paguen «300 euros más al mes de hipoteca». Con el duelo trufado de crudas acusaciones, con reproches mutuos de «no tener ni idea», la ley del 'solo sí es sí' llevó a Feijóo a culpar a Sánchez de que «107 violadores estén en la calle» y a éste a imputarle el auge del machismo. Sin concesiones. A todo o nada. Hasta el 23 de julio.
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