Feijóo recibe los aplausos de la plana mayor del partido.

Feijóo intentará una investidura casi imposible y exige a Sánchez que no «balcanice» el país

El líder del PP recibe el aval de los barones para «explorar todas las vías» y evitar caer en el error que cometió Arrimadas en Cataluña cuando no dio el paso

Lunes, 24 de julio 2023, 18:16

Alberto Núñez Feijóo sigue decidido a intentar formar Gobierno a pesar de las dificultades que presenta la aritmética que salió este domingo de las urnas. El líder del PP está dispuesto a «explorar todas las vías» para ir a una investidura sin tener asegurados los ... apoyos ni de lejos porque la otra opción, la que puede intentar Pedro Sánchez, es formar una «coalición de perdedores» que acabe dando «más poder y más capacidad de decisión que nunca» a los partidos independentistas. «Los españoles no pueden quedar atrapados en bloques ni en bloqueos ni permitir que nuestro país se balcanice», aseguró durante su intervención ante la plana mayor del partido en referencia a los referéndums de independencia que cree que Sánchez concedería a Esquerra, Junts y EH Bildu a cambio de ser reelegido.

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Para evitarlo, Feijóo levantó este lunes el teléfono para contactar con el PNV y con Vox, los dos partidos que son claves en su hipotética investidura a pesar de que ambos han descartado la fórmula de gobernabilidad que propone. En su conversación con Andoni Ortuzar, el presidente de los nacionalistas vascos le dio un portazo confirmándole lo que ya se sabía –que no le avalará frente a Sánchez, al que los peneuvistas han estado ligados toda la legislatura–, mientras que con el líder de la extrema derecha, Santiago Abascal, se emplazaron a volver a hablar en los próximos días. Su intención es tantear el terreno para ver si es posible conseguir el apoyo de los voxistas sin contrapartidas y sin vetos cruzados.

Unos contactos que se iniciaron la misma noche electoral con el mensaje de WhatsApp que Feijóo se intercambió con Sánchez, ya de madrugada, a iniciativa del jefe del Ejecutivo, con el que ha quedado en volver a hablar una vez que conozca el voto CERA –que puede cambiar el destino de algún diputado–. El líder del PP insistirá en su petición de que deje gobernar a la lista más votada pese a que su rival está convencido de que encontrará la fórmula de la gobernabilidad aunque dependa de Carles Puigdemont.

En las conversaciones con otros partidos, los populares han incluido también al presidente de UPN, Javier Esparza, que ya le ha trasladado a Feijóo que cuenta con el voto afirmativo de su único diputado en el Congreso, y de Coalición Canaria, Fernando Clavijo, con quien «se ha abierto el camino» para poder contar con ese apoyo, algo esperado dado que gobiernan en coalición en las islas.

Cierre de filas

La estrategia de Feijóo tras la victoria exigua del domingo pasa por mover ficha antes que Sánchez, para visibilizar que fue él quien ganó las elecciones, con un margen de 14 escaños respecto a su principal rival y un crecimiento de 47 diputados y tres millones de votos respecto a las generales de noviembre de 2019 con Pablo Casado entonces como candidato. «Exploraremos todas las vías para dotar a España de un Gobierno», prometió ante los barones y altos cargos del partido que cerraron filas en torno al líder nacional.

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Aunque las posibilidades de una investidura viable son casi imposibles, el dirigente conservador cuenta con el aval de los barones –a la cita de ayer solo faltó el gallego Alfonso Rueda– para intentarlo hasta el final. «No estamos para fiestas, pero tampoco para dar por ganador al que ha sido el gran perdedor de la noche», aseveró la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, a su llegada a Génova.

Los líderes territoriales admiten que «la aritmética no es buena» pero que ahora «toca pelear» y no tirar la toalla. Muchos recuerdan lo que pasó con la exdirigente de Ciudadanos Inés Arrimadas, cuando a pesar de su histórica victoria en las autonómicas en Cataluña en 2017 no se presentó a la investidura. «Hay que intentarlo. No podemos quedarnos en el 'y si...'», reflexiona en privado una dirigente con bastón de mando.

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«El mejor candidato»

Los barones defienden también la continuidad de Feijóo como cabeza de cartel si en ese proceso de negociación no se alcanza un Gobierno y el país se ve forzado a una repetición electoral. «Sería el mejor candidato sin lugar a dudas», zanjó el presidente andaluz, Juanma Moreno, a su llegada a la junta directiva intentando desactivar así los mensajes lanzados desde la izquierda de que el liderazgo de Feijóo está en cuestión.

Ante los suyos, el expresidente de la Xunta reconoció lo que a nadie se le escapa y en su entorno confirman, que el resultado electoral «ni le gusta, ni tampoco le vale». «Con la misma intensidad con la que fallaron las encuestas, no hemos alcanzado las expectativas», admitió Feijóo, quien en una entrevista con este periódico llegó a elevar el listón para el PP hasta los 165 escaños, una cifra muy superior a los 136 diputados que consiguió finalmente.

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En las filas conservadoras, ya hay voces que consideran un «error» la gestión de los sondeos y de las expectativas que se hizo durante la campaña, en la que el dirigente gallego se llegó a mirar en el espejo de Andalucía y la Comunidad de Madrid, con sendas mayorías absolutas. En todo caso, Feijóo no se arrepiente por haberse exigido «ganar por mucho frente a los que se conforman con perder por menos».

Veinticuatro horas después de cerrarse las urnas, el partido continúa en shock. Nadie sabe muy bien qué ha pasado. Los populares llevaban meses defendiendo en privado que los pactos con los de Abascal «estaban amortizados» y a tenor de los resultados hay quien piensa que sí les pudo penalizar. Sin embargo, en Castilla y León donde los populares gobiernan con la derecha radical han engullido cinco de los seis diputados cosechados por los de Abascal en las generales de hace cuatro años.

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