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Luis Anarte
Viernes, 19 de abril 2019, 00:06
Palabras como bulo político, 'fake news', 'bots' o desinformación han entrado de lleno en el vocabulario de esta campaña electoral. Ante la posibilidad de que los expertos en desinformación actúen en la cita electoral del próximo 28-A tanto instituciones como medios de comunicación han ... comenzado a escanear la redes en busca de manipulaciones y campañas que pretenden alterar los resultados electorales. De esta forma, la actualidad se ha llenado de términos referentes a este submundo de los mentirosos profesionales. Estos son algunos de los términos clave:
El objetivo es jugar con las medias verdades. Cuantos más sean los datos reales que ofrece, más fácil será ocultar los falsos.
Programa informático que imita el comportamiento humano y comparte contenido en redes sociales. Un estudio del MIT en EE UU estableció que los bots contribuyen a la difusión de los bulos pero no son los únicos culpables, las personas forman parte imprescindible en el proceso.
Las cuentas y perfiles falsos en redes sociales esconden a muchos productores de bulos. El anonimato concede impunidad para las campañas de desinformación. Durante la campaña electoral del 'brexit', 416 cuentas falsas llegaron a difundir 3.648 tuits con bulos, según la Universidad de Edimburgo.
Es un término que también se refiere a los bulos y a la creación de contenido informativo falso y su divulgación deliberada. En España se utiliza frecuentemente como sinónimo de 'fake news' o noticia falsa.
La 'cámara de eco' define el fenómeno por el que nos creemos y buscamos la opinión de aquellos que piensan lo mismo que nosotros sobre determinados temas. Compartimos en grupos de redes sociales afines a nosotros para reforzar nuestro ego por lo que evitamos informaciones contrarias al pensamiento de esos grupos
Las grandes plataformas tecnológicas ofrecen directamente información en función de los enlaces que hayamos clicado en ocasiones anteriores. Recibimos siempre el mismo tipo de contenidos sin diferencia de puntos de vista que nos ayuden a dudar de los contenidos
Cuando a una consejera de Trump se le presentaron evidencias para negar que la investidura del presidente había sido la más multitudinaria, ella respondió con la frase 'hechos alternativos' para justificar una mentira.
La intervención de Rusia en forma de campañas de desinformación ha sido ampliamente estudiada como ejemplo de guerra de la información y denunciada por el Parlamento Europeo.
El referéndum ilegal catalán se ha convertido en uno de los grandes referentes en Europa a la hora de hablar de bulos. En aquellos días se difundieron, por ejemplo, imágenes de un niño sangrando por una presunta carga policial que realmente se correspondían a unos incidentes de 2012 en Madrid.
Las noticias falsas son a menudo utilizadas para fomentar discursos de odio contra determinados grupos. Los 'haters' -hate, odio en inglés, son los profesionales del insulto.
Los hechos objetivos son menos influyentes en la opinión pública que las emociones y las creencias personales. Incluso cuando nos dan datos reales, los tomamos por manipulados si no confirman mi verdad.
'Aggregated IQ' y 'Cambridge Analytica' son dos empresas tecnológicas que han protagonizado investigaciones por el empleo de datos personales extraídos de redes sociales para influir en campañas electorales por medio de bulos.
Solemos creer aquellas informaciones que confirman nuestros puntos de vista y opiniones y desechar las contrarias. Solo hay que preguntarse lo difícil que es convencer a un votante de izquierdas que se decida por la derecha o viceversa.
Siglas de Uniform Resource Locator (URL) o la dirección web que escribimos en el navegador. Los productores de bulos imitan las URL de medios reconocidos para dar un aire de credibilidad a sus falsedades
El ego desmedido se encuentra detrás de muchas de las avalanchas de bulos. El impulso por ser protagonista, por ser el primero en difundir un bulo sin contrastarlo hace que muchas personas se conviertan en cómplices involuntarios de los desinformadores.
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