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Yolanda Díaz inició su campaña empeñada en diferenciarse de sus rivales con un «tono positivo» y desarrollando propuestas en materia fiscal, sanitaria o de vivienda. Pero la recta final, embarrada por distintas polémicas, le ha obligado a endurecer su discurso e ir al sprint para ... tratar de mantener las opciones de superar a Vox como tercera fuerza política. «Es la condición para renovar el Gobierno de coalición», insistió este viernes.
La vicepresidenta segunda –a partir del lunes lo estará en funciones– echó el cierre a la campaña de Sumar rodeada de un ambiente festivo el Parque Tierno Galván de Madrid. Allí estuvo flanqueada por representantes de varias organizaciones que forman parte de la coalición de izquierdas y que, con el adelanto electoral, se vieron forzados a limar asperezas y situarse, al menos durante estas dos semanas, bajo la disciplina de la líder gallega. Entre ellos Ione Belarra (Podemos), Mónica García (Más País), Ada Colau (En Comú), Sira Rego (IU) o Pablo Bustinduy, entre otros.
Recibida a gritos de «presidenta», en un recinto abarrotado con 6.000 simpatizantes, Díaz fue clara en su saludo inicial «vamos a ganar el 23-J». Después de asegurar ante su audiencia que va a haber «remontada» este domingo, agradeció la labora a los trabajadores de Correos. «La dignidad de los trabajadores de Correos será sinónimo de democracia a partir de ahora», afirmó.
Mónica García dibujó los comicios como una pugna entre dos bloques y cargó contra el PP, primero contra su candidato, Alberto Núñez Feijóo, al que volvió a cuestionar por «su relación» con el narco Marcial Dorado, y después contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a la que afeó los supuestos contratos a dedo con su hermano para comprar mascarillas durante la pandemia.
La exalcaldesa de Barcelona, por su parte, arrancó una gran ovación iniciando su intervención en catalán. Se deshizo en elogios hacía Díaz -«nos ha cuidado en los momentos difíciles», dijo- y tuvo un guiño con los representantes de las 15 organizaciones que forman parte de Sumar, especialmente con Belarra, cuya mención desató entre el público los gritos de «sí se puede» que acompañaron a Podemos en sus campañas anteriores. «Cataluña no fallará en esta cita, queremos Sumar», finalizó.
Belarra cogió el testigo posteriormente para iniciar su intervención para criticar «el turnismo entre el PP y PSOE en democracia». Tuvo, al fin en campaña, un guiño con Díaz -«Yolanda sabe ben lo que nos ha costado sacar las leyes sociales», afirmó- y, en especial, con Irene Montero por «sus leyes feministas». «Es un patrimonio democrático del que tenemos que estar orgllosas», apostilló. Una mención, esta última, que arrancó la gran ovación de la tarde pese a la exclusión en las listas de Sumar de la ministra de Igualdad.
La candidata de Sumar volvió a calificar a Alberto Núñez Feijóo de «mentiroso» y defendió que en los últimos días «ha cambiado todo». «Podemos ganar», afirmó en base a las encuestas internas que maneja su equipo. Lo cierto es que, desde su entorno, las sensaciones están siendo positivas, sobre todo tras considerar a su líder la «ganadora» del debate en RTVE.
«Frente a nuestras propuestas, el odio y la mentira de la derecha. Somos la fuerza tranquila, queremos un país mejor, dar derechos y tranquilidad a la gente para que podamos ser libres», afirmó Díaz. «El Feijóo impoluto, moderado, lo está pasando mal. Esta campaña se les está haciendo muy larga al PP», apostilló.
La vicepresidenta segunda defendió su gestión al frente del Ministerio de Trabajo y pidió a los suyos colaboración para convencer a los indecisos. «Nos dijeron que íbamos a destruir la economía pero no fue verdad. No bajemos los brazos, quedan hora, os pido a todos que habléis con toda vuestra gente para convencerlos de que necesitamos votar a Sumar», reiteró.
Por la mañana, Díaz reunió en la capital a representantes del mundo de la cultura como los directores Pedro Almodóvar y Agustín Díaz Yanes, o el actor Carlos Bardém. Allí reivindicó la «necesidad» de apoyarla con recursos públicos e impedir que sea «instrumentalizada». También llamó a «combatir el relato de PP y Vox» de que es un sector «subvencionado» para «desprestigiarla».
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