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Jueves, 6 de julio 2023
PSOE
La relación con el independentismo, al que Pedro Sánchez ha necesitado para gobernar los últimos cinco años, ha sido un claro elemento de desgaste que la oposición no ha dudado en explotar como ariete electoral. Fue obvio el pasado 28 de mayo. Pero los socialistas, ... que este jueves abrieron oficialmente la campaña para el 23-J con un acto en la Casa de Campo, en Madrid, confían ahora en que los pactos del PP y Vox neutralicen, al menos en parte, los ataques recibidos por sus 'amistades peligrosas'. Y tanto en su discurso como en el programa electoral que este viernes presentará el presidente junto a sus números dos en el partido y el Gobierno, María Jesús Montero y Nadia Calviño, evitan –según un borrador al que ha tenido acceso este diario– cualquier propuesta sobre el modelo de Estado susceptible de ser utilizada por la derecha en su contra.
En el documento de trabajo, y bajo el epígrafe 'La mejor España que convive integrada y avanza en derechos', los socialistas reivindican tanto el final de ETA como su «valentía» a la hora de afrontar el «grave conflicto» catalán. Presumen de haber «superado la situación de ruptura que existía hace cinco años», como hizo en su mitin el jefe del Ejecutivo. Pero no mencionan de manera expresa ni los indultos ni la derogación de la sedición. Y, además, lanzan una propuesta alejada de veleidades nacionalistas; una Ley de cohesión territorial y fomento de la colaboración.
El PSOE vincula la eventual norma al concepto de «cogobernanza» que el Ejecutivo acuñó durante la gestión de la pandemia de la covid-19. «Incluirá –dice el borrador– un marco común para incentivar la cooperación en materia de prestación de servicios esenciales, compartir datos estadísticos, o la necesidad de coordinar las políticas autonómicas de ordenación del territorio para crear un paisaje armonizado y protegido». Pero no es la primera vez que un partido de Gobierno plantea una iniciativa similar.
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En 2001, el ministro popular de Administraciones Públicas, Jesús Posada, intentó hacer prosperar la Ley de Cooperación Autonómica con escaso éxito. Su insistencia en que lo que proponía era «lo contrario» de la LOAPA (la polémica ley de armonización aprobada por el PSOE en 1983, tumbada por el Constitucional tras el recurso de los nacionalistas) no sirvió para limar las reticencias de la Generalitat de Cataluña ni del Gobierno vasco. Tampoco encontró la complicidad del otro partido mayoritario. «No se puede obligar a nadie a cooperar si no quiere hacerlo», se rindió al fin.
En el documento que este jueves ultimaban los socialistas no hay una sola referencia a cuestiones como el carácter «plurinacional» del Estado. Todo son propuestas, 'a priori', también asumibles por el PP, como el desarrollo el nuevo Reglamento de la Conferencia de Presidentes o la creación de una estructura que «coordine la celebración de las Conferencias Sectoriales y reúna la información de estas de manera unitaria».
Después de haber visto cómo la polémica por las listas de Bildu devoraba su campaña en mayo y de observar cómo las últimas semanas le han servido, en cambio, para mejorar sus expectativas en los sondeos, pese a estar aún muy lejos del PP, el PSOE no quiere dar excusas para desviar el foco de atención.
La consigna es perseverar con la defensa de su gestión económica y la denuncia de los acuerdos entre PP y Vox. «Feijóo y Abascal son el túnel del tiempo: 10 años de retroceso de los trabajadores y pensionistas; 20 años en derechos LGTBI; 40 años en derechos de las mujeres; 80 años en censura de la cultura», clamó este jueves.
PP
Alberto Núñez Feijóo regresó este jueves a su aldea natal para marcar el inicio de la campaña electoral del PP. El expresidente de la Xunta visitó Os Peares arropado por su madre Sira, su mujer, Eva Cárdenas, y su hermana Micaela antes de poner rumbo a Castelldefels (Barcelona) para la pegada de carteles en una gira que durante el fin de semana le llevará también a Andalucía, Extremadura y Castilla y León para poner de nuevo rumbo a su tierra. Será allí donde el domingo presida en la plaza de toros de Pontevedra, ante unas 12.000 personas, el gran acto de la campaña. Un «talismán» para Feijóo ya que la arena del coso taurino tiene la huella de sus cuatro mayorías absolutas en Galicia, y para el PP también, dado que desde allí se lanzó en 2011 la candidatura de Mariano Rajoy que acabó por encumbrarlo a la Moncloa.
Un inicio de campaña frenético que confirma una estrategia muy distinta a la que ha ideado el PSOE para Pedro Sánchez despejando su agenda a fin de preparar exclusivamente el cara a cara del lunes y con la que el candidato popular pretende mostrar su «sensibilidad periférica» para reivindicar que puede ser el primer presidente del Gobierno nacido en la España rural. El que mejor conoce el problema de la falta de población, de la dispersión demográfic o del envejecimiento. «Es el momento de un cambio político en España y de la alternancia. Es mi momento», proclamó en Os Peares ante un buen puñado de paisanos y delante de la tienda de ultramarinos familiar donde se crió.
Génova se ha marcado como objetivo hacerse con los 18 escaños que se juegan en las provincias menos pobladas para intentar atar una mayoría «suficiente» que permita a Feijóo gobernar en solitario, sin depender de Vox. En las elecciones de noviembre de 2019, entre PP y PSOE consiguieron 52 de los 68 diputados en juego en las 21 provincias que otorgaban cuatro o menos escaños. De ahí el valor simbólico de arrancar en esta aldea de una circunscripción pequeña como Orense.
Cataluña es otra prioridad para los populares y jugará también un papel importante en estas elecciones -es la segunda comunidad más poblada-. Feijóo ya avanzó que si llega a la Moncloa abrirá «una nueva etapa» en la que quiere que «los intereses de los catalanes sean prioritarios», enmendando así la estrategia de la anterior dirección, que asumió el conflicto catalán como «un tema crónico». Prueba de esa nueva etapa es que Génova fijó la pegada de carteles en Castelldefels, donde los populares han recuperado el bastón de mando después de ocho años.
El equipo de campaña del PP se ha puesto como meta llegar a los 150-160 escaños, lo que le permitiría al dirigente gallego decirle a Santiago Abascal, que está dispuesto a llegar a un acuerdo programático, pero no a ceder asientos en su Consejo de Ministros. Esas cifras debe lograrlas en las circunscripciones que reparten más escaños como Andalucía (61), antiguo feudo socialista y donde los populares gobiernan con mayoría absoluta.
La pérdida de Sevilla el 28-M supuso un serio revés para PSOE, porque esperaba que ese Ayuntamiento sirviera de dique de contención al 'efecto Moreno'. Esa será la primera plaza que visite este viernes Feijóo para mostrar poderío antes de recorrer los 200 kilómetros que separan la capital andaluza de Badajoz. Allí se reunirá con María Guardiola, después de que se viera obligada a rectificar y cerrar un acuerdo con Vox. Una imagen con la que el líder del PP quiere restrañar heridas mientras redobla el llamamiento al voto útil para evitar tener que seguir a partir del 23 de julio los pasos de su baronesa extremeña.
Sumar
Sumar celebró anoche la primera pegada de carteles de su historia. Lo hizo tras un día frenético en el que, por la mañana, presentaron el programa electoral de la coalición de izquierdas en Madrid y, por la tarde, iniciaron la campaña en La Coruña con un acto liderado por Yolanda Díaz y uno de sus principales referentes: la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau. Desde allí anunció que ha enviado cartas a cada uno de los candidatos para que se comprometan a no censurar obras culturales.
En su documento político, de 202 páginas, Sumar renuncia a recoger expresamente la celebración de un referéndum de autodeterminación en Cataluña, a diferencia del programa con el que Unidas Podemos concurrió a las generales del 10-N en 2019 y como pedían los comunes. En cambio, sí se recoge una consulta para que la ciudadanía catalana vote sobre el acuerdo que surja de la mesa de negociación entre el Estado y la Generalitat. En líneas generales, el programa electoral de Sumar se centra en «la democratización, el Estado social y la revolución de los cuidados», como desgranó la eurodiputada y coordinadora de este documento político, María Eugenia Rodríguez Palop. Se propone crear una vicepresidencia de Feminismos y Economía de los Cuidados en un futuro gobierno progresista, la creación de 500.000 empleos verdes para convertir a España «en una potencia» en las renovables, un cheque bebé de 200 euros al mes por hijo hasta que este cumpla los 18 años o alcanzar un parque de dos millones de viviendas sociales en alquiler.
En la línea de la Igualdad, y como desgranó su portavoz en Feminismo y LGTBi, Elizabeth Duval, Sumar plantea implantar «acciones dirigidas a hombres para la promoción de la igualdad y la prevención de las violencias machistas». Entre ellas, el programa afirma que pondrá en funcionamiento un teléfono para atender a «hombres en crisis»,
Este catálogo de medidas se financiarán con una amplia reforma fiscal que incluirá quince nuevos impuestos, entre ellos el aumento de la progresividad del IRPF, con más peso en las rentas que superen los 120.000 euros, un impuesto al patrimonio que podría llegar al 4%, una nueva tasa a las bebidas azucaradas o nuevas escalas para el IBI.
Vox
Vox da este viernes el pistoletazo a la campaña electoral más importante de su reciente historia política. Tras los 52 diputados cosechados en la repetición electoral de 2019, en esta ocasión aspira a formar parte por primera vez del eventual Ejecutivo que constituya el popular Alberto Núñez Feijóo tras las generales del próximo 23 de junio.
La derecha radical abrirá la campaña oficialmente esta tarde en Valladolid -la primera comunidad donde logró entrar en un Gobierno con el PP- con un gran mitin en la plaza de San Pablo a las 20.30h, aunque este jueves el propio Santiago Abascal ya participó en un acto en Almería y llevó a cabo la simbólica pegada de carteles. Aunque realmente son dos las semanas que el líder vasco lleva volcado tratando de echar el resto, multiplicando sus apariciones en medios y con multitudinarios actos públicos.
Un ritmo que Abascal mantendrá hasta la jornada electoral con más de una treintena de actos y encuentros previstos en su agenda. En el primer fin de semana de campaña, el líder de Vox ha elegido para sus actos centrales las ciudades de Zaragoza y Mérida, donde estará acompañado por los cabezas de lista de cada provincia al Congreso.
Vox consiguió en las pasadas generales 52 diputados, un resultado inmejorable con el que ha sido capaz de imponer su agenda con frecuencia durante la anterior legislatura. Y por ello sus mensajes no variarán mucho respecto a esas elecciones. Prueba de ello es el cartel que la formación colgó hace semanas en la madrileña calle de Alcalá -se prometía lanzar a la basura movimientos sociales como el feminismo, la comunidad LGTBI o la Agenda 2030- y que la Junta Electoral de Zona de Madrid le ordenó retirar.
Ya entonces el argumento estrella de Vox se basaba en el ataque frontal a Pedro Sánchez, que llevaba gobernando apenas seis meses. En Bambú 12 sostienen que el tiempo transcurrido les ha llenado de argumentos para seguir reivindicando la necesidad de apear a la izquierda del Gobierno. Otro de los objetivos de Vox pasa por desmontar la tesis de Génova sobre el voto útil, el principal arma de Génova para comer terreno a la derecha radical.
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